Los tiempos que corren continúan dando motivos para que el teletrabajo sea la mejor opción de continuar atendiendo compromisos desde casa. Así ha sido en la Realeza europea, una modalidad que durante el último año se ha desarrollado hasta niveles insospechados, y que parece que le resulta más que cómoda a la mayoría de las royals.
De esta manera hemos podido ver los diferentes despachos y salas de trabajo de las reinas y princesas de Europa, comparando gustos y estilos, así como maneras de actuar a la hora de afrontar sus agendas institucionales. En el caso de Máxima de Holanda, parece que las cámaras han captado algo con lo que la soberana ha pecado de comodidad saltándose el protocolo real.
Máxima de Holanda, más cómoda de lo normal en sus videoconferencias desde Huis ten Bosch.
Desde el Palacio Huis ten Bosch, la mujer del rey Guillermo mantenía el viernes pasado una videoconferencia con el ministro de Economía Digital y Telecomunicaciones de Senegal, Yankhoba Diatara en la que asistía ejerciendo su cargo de defensora especial del secretario general de las Naciones Unidas para las finanzas inclusivas para el desarrollo.
Tan estilosa como siempre, Máxima lució un vestido en color teja, cabello suelto, como viene siendo habitual en ella, y un collar con grandes abalorios. Y... ¿en sus pies? Aquí viene la polémica. En las imágenes que la propia Casa Real ha publicado (gran descuido por su parte) puede verse a la argentina descalza.
La comodidad del teletrabajo le jugaba así una mala pasada a la soberana, cayendo de nuevo en el ojo de huracán de las críticas de los ciudadanos, que aseguran que se trata de una imagen poco profesional por parte de la reina.