A pesar de que las modas cambian constantemente, las monarcas, princesas y demás royals del mundo están siempre al día de las últimas tendencias. Cada aparición es una prueba de ello. La última en demostrarlo ha sido Máxima de Holanda (52 años). La esposa de Guillermo Alejandro ha asistido a la ceremonia de entrega de Culture Fund Prize 2023 en Róterdam. En su última aparición acaparó todas las miradas con el su vestido de Dolce&Gabanna, del mismo color que lució la reina Letizia ese día. Esta vez no ha sido diferente, ya que la reina ha escogido un llamativo vestido que combina texturas y colores, logrando un estilismo original y sofisticado que no ha dejado a nadie indiferente.
Máxima ha recuperado una de sus prendas favoritas. Se trata del vestido de la firma Claes Iversen, de manga larga y forma recta, que la monarca ha lucido ya hasta en tres ocasiones. La prenda mezcla el color rojo y fucsia, combinación de absoluta tendencia, a la vez que juega con el encaje en la zona del pecho y un estampado de pedrería en el resto de cuerpo del vestido. Como el que vistió en La Haya, este vestido se ajusta a las curvas naturales de su cuerpo, estilizando así su figura.
Ha cerrado el estilismo con algunos accesorios también rojos, como un clutch en forma de sobre de ante y unos salones de la misma tonalidad, con algunas zonas con transparencias. Mención aparte merecen sus pendientes, no solo por su valor material, sino porque fueron un regalo de su marido, el rey Guillermo Alejandro. La lujosa joya, fabricada en diamantes y rubíes, tiene forma de flores. En definitiva, un conjunto equilibrado, original y elegante que rompe con la sobriedad y aporta luminosidad a su estilo.
La primera vez que Máxima utilizó este vestido fue en 2018, durante una visita oficial a China. Aunque en su viaje no proliferaron las fotografías, si pudimos echar alguna ojeada al diseño. Un año después lo utilizó en el Palacio Real de Ámsterdam, acompañándolo con un abrigo rojo para hacer frente a las frías temperaturas de la ciudad holandesa.
Máxima de Holanda se inspira en Letizia
La anterior aparición de Máxima de Holanda dejo claro que la reina toma inspiración de otras royals europeas. Y es que la argentina lució un increíble vestido, también recto y ajustado, de color rojo apenas unas horas después de que la reina Letizia deslumbrara con un traje de Carolina Herera. Fue durante la celebración del quinto aniversario de SchuldenlabNL, que tiene como objetivo liberar a los ciudadanos de los Países Bajos de sus deudas y así fomentar el ahorro, donde Máxima lució un vestido de Dolce&Gabanna.
Se trata de un modelo que pertenece a la colección otoño-invierno 2017/2018 y que destaca por su simplicidad y versatilidad, y es que por mucho que pase el tiempo siempre será una apuesta segura porque nunca pasa de moda. El vestido, de manga larga y largo midi, presenta el cuerpo ajustado con un coqueto bordado en cuello, cintura, muñecas y bajo, y cuando salió a la venta tenía un precio de 1.700 euros.
El apoyo en la sombra de Máxima de Holanda a Mary de Dinamarca
El escándalo que han generado las fotografías de Genoveva Casanova con Federico de Dinamarca no han dejado indiferente a nadie. Todo el mundo, royal o no, ha opinado al respecto. Desde que se supo del encuentro, Mary Donaldson ha recibido el apoyo y el cariño de personas cercanas. Máxima de Holanda podría sumarse a esa lista de personas que han apoyado a la princesa, pero desde la sombra con un gesto encubierto. Y es que en el mencionado aniversario de SchuldenlabNL, Máxima eligió una prenda que también tienen en su armario dos princesas europeas. Una es la heredera de Noruega, Mette-Marit, que usó en 2017 cuando acompañó a Haakon a la región de Norg-Trondelag.
Y la otra... ¡es Mary Donaldson! La princesa de Dinamarca lució este diseño tan solo una semana después de la noruega, en la inauguración de la Casa de Lego en Billund. Fue un año después, en 2018, cuando Máxima se haría con este vestido. Aunque las tres royals han usado esta prenda en numerosos eventos y actos, no deja de ser curioso que Máxima haya decidido usar este diseño justo una semana después de que saltara la polémica de las imágenes de Federico y Genoveva. Es por eso que la decisión de vestirlo en esa ocasión, cuando todas las miradas están más atentas que nunca a la realeza, se ha interpretado como un apoyo de la monarca holandesa a su tocaya danesa.