Lo mismo luce una tiara de zafiros que un sencillo, pero original, collar de mejillones. La reina Máxima de Holanda sorprendió con este arriesgado complemento durante la visita que hizo a las instalaciones de la compañía High Eye, en Dordrecht, que construye helicópteros no tripulados.
Máxima de Holanda ha tenido estos últimos días una semana intensa de trabajo. Tras asistir en Londres al funeral por el duque de Edimburgo e inaugurar en Rotterdam la Fundación Mind Us, una iniciativa comprometida con la salud mental de los jóvenes que tienen entre 12 y 27 años, la reina de Holanda continuó en Dordrecht con sus compromisos oficiales.
el divertido collar de mejillones de la diseñadora Ineke Otte
Máxima eligió para la ocasión un look nada ostentoso, con una falda de Massimo Dutti en color camel y jersey de cuello cisne en color negro. Claro que la nota sorprendente la puso
, que le fue regalado a la reina consorte hace casi diez años, pero que aún no había estrenado.
El collar del que todo el mundo habla cuesta 150 euros, pero los hay más sencillos, como el colgante con un solo mejillón, que cuesta 55 euros, o más recargados, como el collar de dos vueltas (375 euros). Basta darse una vuelta por la web de la diseñadora holandesa para comprobar que sus piezas están basadas en la naturaleza, algo con lo que Máxima se siente muy comprometida. Además de piezas con mejillones, las hay con ostras, caracolas y otros más voluminosos como los que Ineke Otto realiza con tomates, brócoli, flores o cerezas, todo ello muy vistoso.
La artista tiene en su poder varios premios de diseño y sus obras pueden adquirirse a través de su página web o en las tiendas de algunos museos, como el MoMA de San Francisco.