Es una de las reinas más elegantes de Europa y Máxima de Holanda no pierde ni una sola oportunidad de demostrar que su vestidor es de elegante, ecléctico y vanguardista como ninguno. Tras deslumbrar durante su viaje a Austria (donde llegó a lucir una tiara de perlas realmente imponente), la reina de Holanda ha acudido junto a su marido, el rey Guillermo, a la celebración de los 60 años del Ballet Nacional Holandés. Un evento de gala que ha tenido lugar en Het Muziektheater, el Teatro de la Música de Ámsterdam.
Horas después de verla confiando en un total look de Zara (de menos de 60 euros) para su visita al museo textil de Ámsterdam, Máxima de Holanda apostaba por una arriesgada, pero potente y acertada combinación. La monarca ha optado por un precioso vestido asimétrico de estampado tropical y muy exótico de Etro que estrenó durante un viaje a las Antillas en 2013. Un diseño que ya causó furor en su momento y con el que ahora ha vuelto a triunfar.
Un vestido para el que Máxima de Holanda ha elegido unos complementos también de lo más llamativos. Caben destacar sus enormes pendientes verdes en forma de hoja que ha lucido con la melena peinada hacia atrás de manera muy moderna.
En cuanto al calzado, la reina de los holandeses se ha subido a unas sandalias negras minimalistas, pero ha aderezado el vestido con una especie de fular al hombro y con un llamativo bolso de mano verde del que colgaban unos flecos.
Un primer plano de las manos de Máxima de Holanda que nos deja comprobar que no ha lucido ningún tipo de esmalte en las uñas. Una opción muy natural por la que suele apostar habitualmente la reina Letizia. De hecho, durante sus recientes apariciones como anfitriona de las parejas de los líderes de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, ha presumido de manicura natural.