Máxima de Holanda cumple 49 años proclamándose la reina más querida de Europa

A pesar de ser reina consorte, el papel de Máxima de Holanda para con la Corona es equiparable al del rey Guillermo. La royal cuenta con una extensa agenda propia que combina con algunos actos y viajes a los que acompaña a su marido.

En los múltiples viajes de Estado que los reyes de Holanda realizan a lo largo del año, Máxima siempre destaca por la implicación que realiza en el país que visitan. Algunos de sus últimos periplos han sido Indonesia e India, donde la reina ha mantenido reuniones y visitas con las mujeres de ambos destinos, charlando con diferentes asociaciones y mostrando un interés ejemplar en los diferentes aspectos de sus vidas, como los derechos sociales, el terreno laboral o su economía.

No hay evento ni compromiso en el que Máxima no se muestre cercana con sus anfitriones, además de con los ciudadanos que acuden a verla. La reina es conocida por atender personalmente las peticiones que recibe, además de no dudar a la hora de dar un abrazo o estrechar la mano como una más.

Guillermo y Máxima han conseguido crear una familia de lo más admirable. Sus tres hijas, las princesas Amalia (16 años), Alexia (14 años) y Ariane (13 años), protagonizan cada año al menos dos posados oficiales en los que la Casa Real se muestra muy cercana y unida: las fotos de verano y las vacaciones de invierno en la nieve.

A pesar de no tener aún agendas oficiales, las jóvenes acompañan a sus padres en numerosas ocasiones, y disfrutan de planes de ocio juntos durante su tiempo libre. El esquí, el teatro y las actividades solidarias son algunos de los escenarios más comunes de la familia.

Además de su papel monárquico, la argentina es Defensora Especial del Secretario General de la ONU para la inclusión financiera y el desarrollo. Un cargo que desempeña desde 2009 haciendo campaña para que los distintos gobiernos del mundo den acceso a servicios financieros al máximo número de personas, especialmente a aquellas que se encuentran en situación de pobreza. Para ello, Máxima no falta a ninguna de las citas organizadas por este organismo.

Podría decirse que no hay estilo comparable al de Máxima de Holanda. Su arrolladora personalidad combinada con su ausencia total de miedo a la hora de arriesgar hacen que en cada aparición pública se convierta en foco de todas las miradas.

Entre sus elecciones favoritas, la soberana es conocida por ser una gran amante de las pamelas, sombreros y tocados. Además, suele escoger estilismos de lo más alegres y vistosos, muchas veces con elecciones monocromáticas con las que siempre acierta.