Máxima de Holanda (51 años) está de viaje oficial a Marruecos, la royal llegó ayer y no ha parado desde entonces. Con una agenda apretadísima, la esposa del rey Guillermo (55 años) ha optado por lucir vestidos cómodos, de colores vibrantes y con un toque primaveral para afrontar las numerosas reuniones y la temperatura que hay en el país magrebí.
El look boho de Máxima de Holanda
En su llegada a Marruecos no dudó en aterrizar con un vestido camisero y unas alpargatas que son una seña de identidad de la monarca de los Países Bajos. Cuando la primavera aterriza la royal saca de su armario los múltiples vestido de estilo boho que alberga en él, para así crear los looks que mejor le sientan y realzan su figura.
Siguiendo la estela del segundo atuendo que lució Máxima en la tarde del pasado martes, para las reuniones de esta jornada la royal ha lucido un vestido boho estampado en dos colores diferentes. La parte superior en un tono verde botella con flores estampadas y la inferior falda fluida en tono rosa magenta en la que también aparecen unas líneas en color negro y con un gran estampado en el lateral.
La royal es adicta a este estilo cuando se acerca el buen tiempo, conoce su cuerpo y su silueta y lo utiliza a su favor, con esta mezcla de colores tan llamativos y veraniegos crea un look de lo más juvenil. Es normal verla utilizar prendas como palazzo, vestidos camiseros o vestidos con corte a la cintura para verse más estilizada.
En cuanto al calzado, Máxima de Holanda ha escogido en esta ocasión unas cuñas de color negro y peep toe para así estar mucho más cómoda y poder andar sin tener que sufrir el temido dolor de pies habitual cuando se llevan unos tacones. El buen tiempo ha permitido que la royal sacara este calzado más propio del verano pero que combina a la perfección con su outfit. El estilo principal de la Máxima está siendo arreglado pero informal.
La importancia de los accesorios y la manicura
Para su segundo día de ruta por Marruecos, la royal neerlandesa no ha querido lucir pendientes para no ser demasiado ostentosa, pero sí que ha querido lucir un anillo que tenía una piedra en color vino tinto, un brazalete en tono plata y que tiene algunos grabados además de un reloj muy sencillo y tradicional.
En la misma mano del reloj se aprecia que Máxima lleva un par de gomillas por si necesita recogerse el pelo debido al calor o a que hubiera demasiado viento. Cuando aterrizó el pasado martes, sus uñas no llevaban ningún tipo de esmalte pero tras tener un breve espacio en el que cambiarse y acicalarse, la reina de Holanda se hizo la manicura y ha lucido unas manos muy bien cuidadas con un bonito color vino tinto en las uñas.
A pesar de la buena temperatura, no ha querido dejarse atrás el abrigo beige de solapa con el que bajó del avión y se la ha podido ver con él puesto tras salir de una de las reuniones con los empresarios de una entidad bancaria. El motivo del viaje oficial de Máxima de Holanda al país magrebí es la de impulsar los proyectos de inclusión financiera en el país.