Mientras que la reina Letizia se ha convertido esta semana en la gran anfitriona de los acompañantes de los mandatarios de la OTAN, en los Países Bajos Máxima de Holanda también ha hecho frente a una agenda de lo más ajetreada. Tras protagonizar un viaje de Estado oficial a Austria junto a su marido, el rey Guillermo, la consorte se ha desplazado desde La Haya hasta Tilburgo para visitar el Museo Textil de la ciudad, donde se están confeccionando unas nuevas cortinas para el Salón Chino del Palacio Huis Ten Bosch.
Una ocasión para la que Máxima de Holanda ha vuelto a confiar en la moda española, al optar por un estilismo de Zara que ya estrenó el pasado año en una videollamada de trabajo. En concreto, la mujer del rey Guillermo ha optado por un vestido en tono tierra, de punto, cuello Walter y tirantes y una chaqueta a juego que, en su momento, costaba 59,90 euros.
Frente a lo asequible del conjunto, Máxima de Holanda lo ha combinado con unos accesorios de lo más lujosos. En concreto, reina de Holanda ha optado por unos pendientes marrones que se encuentran entre sus favoritos y que son obra del estudio de joyas Hemmerle, cuyas piezas ascienden hasta los 50.000 euros.
Una visita muy especial al Museo Textil de Tilburgo en el que Máxima de Holanda ha demostrado que se toma su labor muy en serio. Tras realizar un recorrido por las instalaciones de la fábrica, donde ha podido conocer de primera mano el diseño de las cortinas o el funcionamiento de las máquinas, la reina no lo ha dudado ni un segundo y se ha puesto manos a la obra junto a las bordadoras para confeccionar por si misma uno de los patrones que decorarán en un futuro una de las estancias del palacio.