Ella ha sido la primera royal en lucir su mascarilla personalizada y, a juzgar por su última aparición oficial, la idea le ha gustado. Hablamos de Matilde de Bélgica, una de las reinas más activas durante el confinamiento, convertida en ejemplo de solidaridad, apoyo y cercanía hacia sus ciudadanos.
Este martes, la esposa del rey Felipe de Bélgica volvía a conjuntar su estilismo con una mascarilla realizada con la misma tela. Lo hacía para acudir a la inauguración de la retrospectiva que el museo Groeninge de Brujas le ha dedicado al pintor flamenco Jan Van Eyck en el que se ha decidido que sea su año conmemorativo.
El llamativo y favorecedor estampado de su vestido -a conjunto con el azul de sus ojos-, lo ha plasmado también en su protección sanitaria, un complemento que ha lucido en todos los actos oficiales que ha atendido fuera de Palacio. Sin embargo, se trata de la segunda vez que muestra una pieza elaborada para la ocasión. A juego iban también unos llamativos pendientes, de color blanco como la goma de la mascarilla.
Fue el pasado 28 de mayo cuando Matilde de Bélgica se convertía en royal pionera en participar en una tendencia que, a pesar de ser muy llamativa, puede resultar algo frívola. Lo hacía luciendo un modelo de la firma Natan en rojo quisquilla intenso y, tal y como aclaraba Edouard Vermeulen, diseñador de la marca, la mascarilla se realizó con un retal sobrante de la pieza y siguiendo en todo momento las normas de seguridad dadas por las autoridades sanitarias.
Ahora queda esperar si el resto de princesas y reinas de Europa se unen a esta nueva moda y muestran sus mejores elecciones con el complemento "estrella" del momento: las mascarillas personalizadas. Únicamente hemos visto un modelo diferente en algunos de los miembros del clan Grimaldi, que lucen sus personalizaciones en los diferentes actos públicos a los que están acudiendo recientemente.