Ella se ha convertido en el mejor ejemplo de implicación, apoyo y solidaridad durante la crisis sanitaria provocada por el covid-19 y, además de trasladarle a sus hijos su forma de actuar, ha sabido llegar a los ciudadanos belgas en todo momento.
A la par con otras de sus homólogas en Europa, como Máxima de Holanda, Letizia o Victoria de Suecia, la reina Matilde no ha cesado la atención de una agenda que, en su caso, le ha permitido salir de Palacio en numerosas ocasiones para gestionar personalmente reuniones, visitas y otros compromisos.
La monarca ha cumplido rigurosamente con las medidas de seguridad para evitar posibles contagios, utilizando en todo momento los guantes y mascarillas recomendados por las autoridades sanitarias, un gesto que también ha adoptado el rey Felipe de Bélgica.
Pero ha sido este mismo jueves cuando la reina de Bélgica sorprendía con un complemento fuera de lo común en su llamativo y primaveral look: una mascarilla personalizada a juego con su estilismo. Una elección con la que no ha pasado desapercibida y con la que abre a veda al resto de royals europeas a imitar esta lección de estilo.
Matilde de Bélgica acudía al vivero Gediflora, situado en Oostnieuwkerke, un pequeño pueblo belga, para conocer de primera mano cuál es la situación de las mujeres que trabajan allí y hablar sobre el impacto que la actual crisis del coronavirus ha provocado en su negocio. Allí lucía un diseño de una de sus firmas de confianza, Natan: un colorido dos piezas en rojo quisquilla intenso compuesto por una blusa amplia con el bajo asimétrico y un pantalón sastre con el bajo acampanado.
La mascarilla a juego ha sido confeccionada por el diseñador de la marca, siguiendo rigurosamente las normas de seguridad necesarias para que la monarca esté protegida en todo momento. Las gomas están cosidas haciendo contraste en color blanco.