Mary y Federico de Dinamarca se enamoran de la Ribera del Duero

Los reyes daneses se suman a la extensa lista de royals europeos que han visitado España en los últimos meses

Federico y Mary de Dinamarca
Gtres

Federico y Mary de Dinamarca se acaban de sumar a la larga lista de royals europeos que han pasado algunos días de sus vacaciones por tierras españolas. Desde Sevilla al País Vasco, pasando por las islas Baleares y la capital, muchos han sido los destinos de nuestro país escogidos por la realeza.

Los príncipes de Dinamarca se han escapado unos días a la Ribera del Duero, un fin de semana dedicado al vino en el que han disfrutado de una de las zonas vinícolas más destacadas del mundo. Al ser de carácter privado, la escapada ha sido muy discreta, lejos de las cámaras y medios de comunicación. Tampoco se han realizado comunicados ni fotos oficiales.

Pero es complicado pasar desapercibidos por completo cuando se trata de personajes de tal relevancia. Según ha informado El Norte de Castilla, la pareja ha estado acompañada por Peter Sisseck, que ejerció de guía y anfitrión. Establecido desde hace muchos años en esta región vinícola, el compatriota de los príncipes de Dinamarca ha guiado a Federico y su esposa por los enclaves más interesantes de la región, así como por su propia bodega, Pingus, situada en la localidad de Quintanilla de Onésimo, donde se producen vinos de hasta 1.100 euros la botella.

Tampoco a faltado la mejor gastronomía de la zona en esta visita exprés de los futuros reyes daneses, quienes almorzaron junto a su grupo de amigos en un restaurante muy conocido de la localidad cercana de Peñafiel, especializado en lechazo y con un precio medio de 40 euros por persona. Fue precisamente ahí mismo donde un comensal captó la instantánea que probaba la visita de los reyes a nuestro país. A pesar de las miradas indiscretas, la mayoría de visitas del restaurante no se percataron de la presencia de los monarcas. Su visita fue tan discreta que tampoco estuvieron acompañados de seguridad, ya que su finalidad era "mimetizarse" con el entorno y pasar prácticamente desapercibidos. De esta forma seguro que disfrutaron mucho más de su pequeña escapada a la tierra del vino.