Mary Donaldson (51 años), que se sinceró como nunca hace unas semanas sobre la salud mental en medio de la tormenta mediática a la que se ha enfrentado tras las fotografías de Francisco de Dinamarca con Genoveva Casanova, ha sido siempre una mujer muy luchadora. Australiana de nacimiento, la princesa se casó con el hijo mayor de la reina Margarita II en 2004 y desde entonces ha sido una figura constante en el escenario mundial. Creció muy lejos de las escuelas de élite, los deportes, las galas o los círculos de la alta sociedad que han formado a muchas de sus compañeras consortes en otros países. Nació en Hobart, Tasmania, a más de 16.000 km de Copenhague, en 1972. Su padre se llama John Dalgleish Donaldson, profesor de matemáticas aplicadas e hijo de un pescador escocés que emigró a Australia en 1963 con su madre Henrietta, quien era asistente ejecutiva en Universidad (hoy su progenitor está casado con la novelista de suspense Susan Moody).
Su infancia fue muy feliz y además Mary creció muy unida a la naturaleza e inmersa en los deportes al aire libre. Obtuvo una licenciatura en Comercio y Derecho y trabajó en publicidad en Melbourne y Sydney pero tras la repentina muerte de su madre por una enfermedad cardiovascular todo cambió. La ahora futura reina de Dinamarca, si finalmente no se divorcia de Federico tras las fotografías publicadas por Lecturas, renunció a toda su acomodada vida para intentar olvidar el gran dolor de la pérdida. Fue entonces cuando tomó una drástica decisión: irse de mochilera por todo el mundo.
"Sentí que estaba sola en mi dolor, que nadie me entendía y que estaba inmóvil mientras todo el mundo a mi alrededor seguía adelante", contó Mary sobre la muerte de su madre en una entrevista realizada al programa 'Aftenshowet'. La madre Donaldson falleció un 20 de noviembre de 1997 sin poder ver a su hija convertida en la mujer del heredero al trono de Dinamarca (al que conoció dos años después) ni ver el rostro a sus nietos, algo que provocó un terrible dolor en ella. "Me hubiese gustado pasar más tiempo con ella. Cuando te sientes solo sientes que no perteneces a ningún sitio, que estás solo en el mundo. Faltan conocimientos, hay mucho tabú. Es algo sobre lo que hay que hablar", explicó la princesa en aquel momento. "Tenemos que reconocer a las personas solitarias. Aquellos que están así en el colegio o la escuela. Tenemos que tenderles una mano amiga", añadió sobre el problema que supone la soledad hoy en día.
No fue la única vez que Mary habló sobre la pérdida de su madre. En una entrevista con la revista '¡Hola!' contó que no estaba preparada para aquel momento porque todo ocurrió muy rápido: "Tenía 26 años. Sucedió demasiado pronto. Es muy difícil verlo cuando es tan cercano y personal, pero a medida que envejeces aprendes a apreciar como un regalo el tiempo que pasas junto a esa persona. Y la pérdida ofrece algo que no tendrías de otra manera. Te hace fuerte". "No hablar sobre la muerte es un problema real que pasa desapercibido, así que me alegro de que todo vaya cambiando. Está llamando algo de atención ahora. Todavía hay muchos tabú al respecto, es un tema del que tenemos que hablar", añadió al citado medio.
Mary Donaldson y Federico de Dinamarca, un ¿cuento de hadas?
Dos años después del fallecimiento de la madre de la princesa, Mary conoció al heredero de la corona en un bar durante los Juegos Olímpicos de Sydney.Hoy viven en el palacio con sus cuatro hijos, el príncipe Christian (heredero al trono), Isabel y los gemelos, Vincent y Josephine y en el vestíbulo del palacio tienen un mapamundi del artista Jesper Christiansen que sirve como testimonio de los orígenes geográficamente diversos de la pareja.
Antes de que Donaldson comenzara esta nueva vida de la mano de la familia real la verdad es que no era una mujer muy monárquica. Ni siquiera tenía mucha idea sobre lo que era la institución. "Era muy consciente de que la reina Isabel era nuestra jefa de estado y de que éramos parte de la Commonwealth, pero en mi día a día no diría que había mucha presencia a no ser que hubiera una visita oficial o una boda o un jubileo", explicó Mary al 'Finalcial Times'. "Hoy… Guau. Solo puedo admirarla. A ella y a mi propia suegra, la reina de Dinamarca, por su compromiso y dedicación de toda la vida al servicio de su país y su gente", explicó en febrero de 2022.
El pasado 8 de octubre, la pareja celebró el 20 aniversario del anuncio de su compromiso. 20 años en las que han asentado su historia de amor, que siempre había parecido un cuento de hadas: el flechazo de una joven y un príncipe que terminó en enlace real. A pocos meses la esta fecha especial el matrimonio disfrutaba de un momento dulce, de mucha madurez y estabilidad. Sin embargo, todo se ha visto marcado por la portada de la que todo el planeta habla. Del octubre más dulce al noviembre más negro. Sin duda ahora se abre un camino inesperado en esta historia de amor de película. ¿Se divorciarán como dicen los rumores o pasarán este duro bache y finalmente se convertirán en los reyes de Dinamarca?