El rey Felipe (55 años) y la reina Letizia (51 años) aterrizaban esta misma tarde en Copenhague, Dinamarca. Todas las miradas estaban puestas en los monarcas más buscados del momento y también los más populares en el aeropuerto. Hasta allí se trasladaron Mary Donaldson y Federico de Dinamarca para darles la bienvenida. Esa ha sido solo la primera parada de su extensa agenda. La Casa Real danesa se ha vestido de largo para celebrar una cena de gala espectacular. Los looks más esperados, con permiso de doña Letizia, eran el de la reina Margarita y Mary de Dinamarca.
Margarita de Dinamarca es la anfitriona del evento y, por eso, ha sido de las primeras en llegar a la recepción. La reina ha apostado por un vestido largo verde, sencillo pero alejado de lo que suele vestir a diario. Quien ha dejado sin palabras a los presentes ha sido Mary Donaldson. La mujer de Federico de Dinamarca ha apostado por un estilismo llamativo y favorecedor, con piezas que ya habíamos visto antes. Analizamos los detalles de su look para la cena junto a los reyes Felipe y Letizia.
Mary apuesta por uno de sus vestidos más especiales
Los príncipes de Dinamarca mantienen una buena relación con los reyes Felipe y Letizia. La cordialidad entre ellos ha sido latente desde que se han encontrado en el aeropuerto durante la tarde de este mismo lunes. Durante la tarde, Mary de Dinamarca lució un look marcado por un abrigo verde, unos tacones de Valentino y un sombrero tipo borsalino en azul noche. Sin embargo, para el estilismo la australiana ha apostado por uno de los vestidos más especiales de su vestidor. Se trata de una pieza que ya lució en los retratos de su 50 cumpleaños y en la celebración de Año Nuevo de la reina Margarita de Dinamarca y el banquete de palacio real el 1 de enero de 2023.
Con la pedrería como protagonista y con sutiles transparencias en la parte superior, este vestido se ciñe en la parte superior para dar paso a una falda de vuelo. Ha sido diseñado por el danés Lasse Spangenberg, especializado en novias. La pieza está hecha a medida y está confeccionado en puntilla francesa de efecto transparente.
Una tiara de estilo eduardino que ya le vio Letizia en otra ocasión
Mary de Dinamarca ha apostado por una tiara que ya lució en otro encuentro con la reina Letizia con motivo del 75 cumpleaños de la reina Margarita, evento que tuvo lugar en 2015. Se trata de una diadema de 47 centímetros convertible en collar. Una pieza de estilo eduardiano que data de principio del siglo XX. Está conformada por diamantes talla antigua, rubíes talla circular y espinelas engastados en oro de 14 quilates y plata.
Esta diadema, junto a unos pendientes de tres centímetros a juego, fueron comprados por la propia Mary en una subasta celebrada por Bruun Rasmussen en mayo de 2012 en Copenhague. Lo confirmó la revista danesa Billed-Bladet. El precio estimado de este lote, el 289, se fijó entre 4.000 y 5.350 euros. Tras su adquisición, la princesa tuvo que mandarlas a reparar, ya que faltaban algunas gemas y hubo que construir una montura para la tiara.
La historia de Letizia con Mary Donaldson
El viaje de Estado de los reyes Felipe y Letizia a Dinamarca ha provocado que recordemos uno de los momentos más icónicos en la vida de la reina. Su debut en sociedad se produjo en la boda de Federico y Mary Donaldson el 14 de mayo de 2004. Estaba inmersa en los preparativos de su propia boda, que se celebraría solo una semana después. Pese a esto, tuvo que hacer una parada para afrontar la que fue su primera puesta de largo con la realeza europea.
La reina Letizia apostó por un impresionante vestido rojo de Lorenzo Caprile. Este fue el primer look de muchos que le haría convertirse en una de las royals mejor vestidas del mundo y también de las más seguidas. Cautivó tanto que algunos llegaron a asegurar que eclipsó a la propia novia. En aquella ocasión no lució tiara, ya que aún no era miembro de la Casa Real española y el protocolo deja claro que solo los miembros pueden llevarla.
El vestido estaba confeccionado en crepè de seda en rojo, el diseño, con escote drapeado y mangas semitransparentes. De la espalda salía una larga y llamativa cola en el mismo tono que el ajustado vestido. La reina Sofía le prestó un conjunto de broche y pendientes de diamantes y rubíes para completar un look en el que el protagonista fue el anillo de compromiso que lucía en el dedo anular de su mano derecha.