Mary de Dinamarca reaparece en Copenhague con el vestido boho que te acompañará todo el verano porque es elegante y fresquito

Solo unas horas después de despedirse de Oslo, Mary de Dinamarca (51 años) reaparecía en Copenhague con motivo de la visita de Pilippo Grandi, el alto comisionado de la ONU, en la ciudad. La consorte presidió la reunión en el Castillo de Amalienborg donde conoció la complicada labor de las Naciones Unidas para proteger las vidas y los derechos de los refugiados del mundo, miles de personas que huyen de la guerra, la persecución y los desastres climáticos.

A pesar del evidente cansancio que mostraba su rostro por el largo viaje, Mary cumplió con sus deberes constitucionales, prueba de la entrega y dedicación que tiene en su nuevo papel como reina. 

Al margen del motivo que le ha llevado a retomar sus compromisos oficiales con tanta rapidez, el estilismo que escoge para cada aparición pública es noticia. Tras deleitarnos con un total de seis looks durante su breve estancia en Oslo, Mary Donaldson nos ha sorprendido con una versión boho a la que no nos tiene muy acostumbrados. La Casa Real danesa ha difundido una única imagen en la que la consorte posa bajo las escaleras del Castillo de Amalienborg con los dos mandatarios. Instantánea que nos ha permitido ver casi al completo su estilismo.

Se trata de un vestido camisero en color azul marino que destaca por su llamativo estampado zig zag. Una prenda con mangas abullonadas, cinturón y falda de vuelo firmado por Apiece Apart que le aporta ese toque fresco y desenfadado al look, ideal para los días de verano. 

Aunque desconocemos la forma en la que lo combinó la mujer de Federico X, lo cierto es que es un vestido que queda ideal con alpargatas o, incluso, con sandalias planas. Aunque si le quieres dar un plus de sofisticación irá ideal con stilettos. Finalmente, haciendo un alarde de naturalidad, la australiana se colocaba sus ya habituales gafas de ver. Un modelo de pasta en color marrón que pertenecen a Gucci.

La extraña huida de Mary de Dinamarca de Oslo sin Federico

La estancia de Federico y Mary de Dinamarca en Oslo fue breve pero intensa. Un total de 48 horas repletas de actos y visitas oficiales que terminaba este jueves con unas imágenes idílicas del matrimonio paseando por las calles de la ciudad como dos enamorados. 

Sin embargo, una nueva polémica acecha al matrimonio danés. Tal y como apunta la prensa internacional, después de mostrarse tan unidos y enamorados frente a las cámaras, ambos regresaron a casa por separado. 

Mary fue fotografiada tras la recepción a la familia real noruega cuando puso rumbo al aeropuerto, y lo hacía en solitario. En cambio, Federico prefirió quedarse a bordo del Dannebrog, lugar que se ha convertido en su residencia oficial en las últimas semanas. De hecho, cuando el barco zarpaba desde el puerto de Oslo se le pudo ver relajado en la cubierta junto a algunas personas de su equipo. 

Este detalle ha puesto en tela de juicio una vez más el vínculo del matrimonio, mientras que otros le han quitado hierro al asunto al justificar su huida a toda prisa era porque Mary tenía compromisos profesionales que atender en Copenhague.