La segunda jornada de los príncipes Federico y Mary de Dinamarca de su viaje a la capital francesa la han realizado por separado. La royal, que ayer lunes conquistó en su primer acto público como regente de la reina Margarita, ha visitado hoy la Maison du Danemark en París.
Sin la compañía de su marido, Mary ha realizado durante la mañana esta visita a La Casa de Dinamarca (Maison du Danemark), un espacio de exhibición utilizado para la presentación de la cultura danesa y los intereses comerciales, ubicado en los Campos Elíseos.
Para sus segundo día por la ciudad francesa, la princesa ha escogido otro look con el que conquistar a todas las cámaras. Si ayer lucía un favorecedor vestido con levita incorporada, que dejaba ver una elegante falda banca plisada, hoy ha optado por un vestido blanco de manga larga en tejido tweed, firmado por Max Mara. A pesar de que el día ha amanecido lluvioso en la capital de Francia, la royal ha sabido lucir un atuendo con el que ha llenado de luz las calles que ha recorrido.
Como complementos estrella, un cinturón que marcaba su esbelta silueta, unos stilettos de Gianvito Rossi y un bolso tipo tote bag de Prada, todos ellos en tonos azul marino, perfectos para buscar el contraste en el propio look. Además, la princesa ha recogido su melena y ha optado por unos discretos pendientes. Tampoco ha lucido la llamativa pulsera de grandes perlas que pudimos ver ayer al aterrizar en París.
Se trata de un vestido que la royal ya ha lucido en otra ocasión. Concretamente, Mary optó por este vestido en noviembre del año pasado, para su visita a las ruinas de uno de los baños públicos más grandes de Roma, a la que acudió junto a su marido. Entonces protagonizó una divertida anécdota cuando, para pasear sobre el irregular pavimento, cambió sus zapatos de tacón por unas cómodas deportivas blancas. Para combinarlo, la princesa optó por complementos en tonos nude. En su elección hubo una pieza protagonista: un broche dorado con motivos florales.
Por la tarde, la princesa Mary ha realizado otra visita en solitario. En esta ocasión ha permanecido durante unas horas en la residencia Korian Monceau, perteneciente al grupo de hogares para personas mayores más grande de Francia. Allí ha sido recibida con flores y muchas sonrisas, y ha aprovechado para saludar y charlas unos minutos tanto con equipo que trabaja en el centro, como con los residentes del mismo.