La familia real griega se ha vuelto a dar cita en Atenas este fin de semana con motivo de la celebración de una ceremonia íntima en memoria a Constantino de Grecia, fallecido a los 82 años el pasado 10 de enero, en la Catedral Metropolitana de la ciudad. La expectación a las puertas del templo era máxima, pero a diferencia del funeral oficial, esta vez toda la familia ha llegado al mismo tiempo.
La comitiva estaba encabezada por la reina Ana María (76 años), y tras ella su hijo Pablo (55 años) y Marie Chantal (54 años), actuales jefes de la Casa Real helena. Una vez más, la empresaria, diseñadora y, ahora, reina sin trono, ha acaparado buena parte del protagonismo a pesar de que ha preferido mantenerse en un segundo plano, limitándose a estar al lado de su marido y mostrándole todo su cariño a él y a su suegra.
La británica, de riguroso luto, ha optado por un sobrio vestido de manga larga, cuello ligeramente subido, largo midi y detalles en la cintura. Medias negras, salones de tacón y cartera de mano, completaban este estilismo marcado por el protocolo.
Tras ellos, tres de sus hijos, Olympia, Achileas y Odysseas, de 26, 22 y 18 años respectivamente. Aunque no se esperaba la presencia de ninguno de ellos, finalmente los jóvenes no han querido faltar en este último adiós a su abuelo. Olympia es, sin duda alguna, la heredera del estilo de su madre, y hoy lo ha vuelto a confirmar. Además, ambas han coincidido en cuanto a las joyas ya que han optado por unos sencillos y elegantes pendientes de perlas.
Aunque la prensa griega apuntaba a una posible mudanza del matrimonio a Atenas, parece que no será así. Pablo y Marie Chantal continuarán instalados en Nueva York, donde viven desde hace más de cinco años junto a sus dos hijos pequeños. Eso sí, sus viajes a Grecia se multiplicarán teniendo en cuenta que la reina Ana María tiene fijada su residencia allí, y el príncipe Philippos es el único de sus hijos que reside en Atenas.
Tras la misa, los 250 invitados entre familiares y amigos han puesto rumbo a la Fundación Stavros Niarchos donde se ha ofrecido un catering. Esta noche, la familia real helena ha organizado una cena en el Hotel Gran Bretaña. Será en la mañana de este domingo cuando el homenaje llegue a su fin con un responso en el cementerio real de Tatoi, donde ya descansan los restos del rey Constantino.
La reina Sofía, arropada por sus hijas Elena y Cristina
La Reina Sofía (84 años) era una de las primeras en llegar al templo. La monarca lo hacía acompaña de sus dos hijas, Elena y Cristina, quienes no han dejado pasar la oportunidad de acompañar a su madre y al resto de su familia en estos momentos tan delicados. La muerte de Constantino ha sido un varapalo muy duro para doña Sofía, algo que se ha podido observar en las últimas semanas en las que la madre de Felipe VI ha mantenido el luto como símbolo de respeto y duelo.
Felipe y Letizia han sido los grandes ausentes a este reencuentro familiar. Mientras que doña Letizia se encuentra en Madrid con su hija Sofía, don Felipe ha puesto rumbo a Baqueira Beret con un grupo de amigos.