En las últimas semanas, la gran protagonista de la familia Urdangarin Borbón ha sido Irene (18 años). La hija pequeña de la infanta Cristina (58 años) e Iñaki Urdangarin (56 años) no acostumbraba a ocupar titulares y portadas, pero esto está cambiando. Entre las noticias de las que ha sido protagonista, está la primicia que dio la revista Lecturas sobre que fue testigo de un altercado que protagonizaron algunos de sus amigos en un local de Madrid. En las últimas semanas, también ha visto la luz su relación con Juan Urquijo. La revista ‘¡Hola!’ contó en exclusiva que la pequeña de la familia está ilusionada con el cuñado del alcalde de Madrid. A esto hay que sumar los rumores que aseguran que se plantearía ser influencer.
La infanta Cristina se enfrenta a sus miedos por su hija Irene Urdangarin
Todo esto lleva a pensar en la infanta Cristina y en el gran miedo que siente como madre. Desde hace años se habla de la preocupación de la hermana del rey Felipe VI sobre que su hija no siga los pasos de su prima Victoria Federica. Que Irene Urdangarin continúe con sus estudios y que no cause revuelos públicos sería lo que pretendería doña Cristina con su hija de 18 años. Pero con las últimas informaciones y con el precedente de la hija de la infanta Elena, le resultaría inevitable estar inquieta. Para analizar este momento madre-hija que están viviendo la infanta Cristina e Irene Urdangarin, desde lecturas.com nos hemos puesto en contacto con la psicóloga María Padilla. La experta nos ha dado algunas de las claves sobre cómo la infanta Cristina podría afrontar mejor esta etapa tan determinante.
Lo primero que nos ha explicado la fundadora de Capital Psicólogos ha sido que “los 18 años marcan un hito crucial en la relación entre padres e hijos. Es el momento en que la labor de crianza y orientación de la madre comienza a ceder paso a una nueva dinámica, donde aprender a soltar se convierte en la tarea principal”. Por tanto, la infanta Cristina estaría en esa etapa de aprendizaje que ya ha vivido con sus otros tres hijos pero que en el caso de Irene estaría viviendo con más nerviosismo si cabe sin perder el orgullo por la joven. Porque tal y como nos ha contado Padilla, “es natural que este cambio de roles pueda generar sentimientos encontrados en los padres, especialmente en las madres, que históricamente han desempeñado un papel central en la crianza y el cuidado de los hijos. Sin embargo, es importante recordar que esta transición es parte del proceso natural de crecimiento y desarrollo de los hijos”.
¿Cómo debería afrontar la infanta Cristina las decisiones de su hija Irene Urdangarin?
Sobre la forma en la que la infanta Cristina tendría que afrontar las decisiones que su hija Irene Urdangarin podría tomar próximamente sobre su vida personal y laboral, la experta ha afirmado “que nuestro papel como padres es adaptarnos a esta nueva realidad de manera positiva y constructiva”. De ahí que lo mejor para la hermana del rey Felipe VI, y más teniendo en cuenta la exposición pública de su familia, sea tener una actitud lo más relajada posible y siempre en positivo en cuanto a los movimientos de sus hijos se refiere.
Para resumirlo, la psicóloga nos ha comentado que “la transición a la adultez puede ser un momento desafiante pero también emocionante para padres e hijos. Al adoptar una actitud de apertura, respeto y comprensión, podemos fortalecer nuestra relación con nuestros hijos y ayudarlos a navegar con éxito los desafíos y oportunidades que les depara el futuro”. Por tanto, la infanta Cristina bien podría ver fortalecida su relación con su hija Irene en esta etapa tan determinante para la joven.
La psicóloga María Padilla da cuatro tips sobre cómo las madres pueden afrontar los cambios de los hijos
Aprovechando el análisis de cómo debería afrontar la infanta Cristina las últimas noticias relacionadas con su hija Irene Urdangarin, María Padilla nos ha dejado cuatro tips sobre cómo fomentar una comunicación saludable y una relación sólida con nuestros hijos durante esta etapa de transición:
1. Escuchar sin juzgar: En esta etapa crucial de la vida de nuestros hijos, es fundamental ofrecerles un espacio seguro donde puedan expresar sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones sin temor al juicio. Esto implica escuchar activamente, mostrando interés genuino por lo que tienen que decir y evitando interrumpir o criticar sus opiniones.
2. Respetar su autonomía: A medida que los hijos entran en la adultez, es importante reconocer y respetar su derecho a tomar decisiones propias, incluso si estas difieren de nuestras propias expectativas o deseos. Esto implica permitirles experimentar con diferentes opciones y aprender de sus propios errores, sin tratar de imponer nuestra voluntad sobre ellos.
3. Acompañar en los fracasos y celebrar los éxitos: Como padres, nuestro papel es estar ahí para nuestros hijos en los buenos y en los malos momentos. Esto significa apoyarlos y consolarlos cuando enfrentan dificultades o fracasos, ofreciéndoles nuestro apoyo incondicional y ayudándolos a aprender de sus experiencias. También implica celebrar sus logros y éxitos, reconociendo y valorando sus esfuerzos y logros.
4. Utilizar los 'abre puertas de la comunicación': Los 'abre puertas de la comunicación' son formas sencillas de expresión para invitar al otro a hablar. Algunos ejemplos podrían ser: "Ya veo como te sientes", "¿De verdad?", "¿En serio?", entre otros. Estos 'abre puertas' invitan al niño a compartir sus propias ideas, juicios y sentimientos con los padres, facilitando así la comunicación y manteniendo el enfoque en el mensaje y el tema sin desviaciones.