La reina Margarita es una de las royals más icónicas y especiales de Europa. Ella no ha dejado de sorprender durante todos sus años de reinado, con sus facetas artísticas y su amor por el bricolaje y el teatro, entre otras aficiones.
A punto de cumplir 80 años -el próximo 16 de abril de 2020-, la monarca piensa continuar en el trono, un cargo que complementa a la perfección con su faceta familiar. Sin embargo, en este ámbito la reina ha desvelado una confesión que no ha dejado indiferente a nadie.
"Definitivamente no soy la mejor abuela del mundo", aseguraba recientemente en una entrevista con el periódico sueco Expressen. Por su aspecto, podría parecer una abuela tierna y encantadora con los ocho nietos que le han dado sus dos hijos, los príncipes Federico y Joaquín, pero la realidad es muy distinta. Margarita continuaba afirmando que le hubiera gustado haber estado más presente en la niñez de sus hijos, pero lejos de repararlo con sus nietos ha confesado que no es demasiado cariñosa con los pequeños de palacio. "Creo que son maravillosas esas abuelas que abrazan mucho a los niños. Yo no soy muy buena en eso. No soy una abuela de estar sentada tejiendo", confesaba entre risas.
Además de esta pequeño autoconfesión de autocrítica, la monarca ha asegurado que está en plena forma y que por el momento no abdicará. "La misión de Reina es para toda la vida", aseguraba. Eso sí, ha dejado claro que su hijo, el príncipe Herdero Federico y la princesa Mary están más que preparados para sentarse en el trono.
"Ahora voy más despacio y las escaleras parecen más altas. En el espejo se puede ver que los años han pasado, pero realmente no me siento muy diferente a cómo estaba hace diez años". Los últimos tiempos han sido difíciles para Margarita pues en la primavera de 2018 fallecía su marido, el príncipe Henrik, pero ella continúa repleta de fuerzas para asumir el cargo que tiene frente al pueblo danés y, con el apoyo de su familia, todo resulta un poco más fácil.