Dinamarca estaría de celebración con motivo de los 50 años de reinado de Margarita, pero ha sido decisión de la soberana danesa el suprimir cualquier tipo de festejo en señal de duelo por el fallecimiento de Isabel II.
Margarita de Dinamarca es la única reina titular que queda, tras la muerte de Isabel II, que ostenta la cabeza de la corona en las monarquías actuales. Y eso será así hasta que llegue el relevo en algunas de las casas reales de Europa, como la de España, cuya heredera es la princesa Leonor, la de Bélgica, con la princesa Elisabeth, la de Noruega, con la princesa Ingrid, o la de Suecia, con la princesa Victoria. Será una generación de reinas hasta ahora nunca vista antes.
Pero hasta que ese momento llegue, la reina Margarita ha alcanzado una cifra récord en cuando a años de reinado, 50 años, lo que supone el Jubileo de Oro. Medio siglo al frente de la corona danesa es mucho tiempo, aunque lejos de los 70 años de reinado de Isabel II, una cifra que, difícilmente, alcanzará otro monarca, por muy longevo que sea.
Los únicos actos que no han sido suspendidos han sido la función de gala celebrada en el Teatro Real de Copenhague y una misa de acción de gracias en la Catedral de Nuestra Señora de Copenhague. Por contra, sí han sido suspendidos el almuerzo en el yate real y la cena de gala en el castillo de Christianborg, a la que iban a asistir unos 200 invitados entre personalidades del país e invitados extranjeros.
Arropando a la soberana, a la misa de esta mañana han asistido sus hijos, el príncipe heredero Federico y su esposa, la princesa Mary, y sus cuatro hijos: Christian, Isabel, y los gemelos Josephine y Vincent. Su otro hijo, el príncipe Joaquín, estuvo acompañado de su mujer, Marie Cavallier, y de sus cuatro hijos, los dos que tuvo con su primera esposa, Alexandra Manley, Nicolás y Félix, y los dos que tiene con Marie, Enrique y Atenea.