“La estancia del rey Juan Carlos podría costar tres millones de euros anuales”. El rey emérito continúa en el centro de la polémica. Tras sus demandas interpuestas contra Miguel Ángel Revilla y Corinna Larsen, es el coste de su día a día lo que comienza a inquietar. Juan Carlos tiene su residencia fiscal en Abu Dabi de forma que debe pasar allí la mayor parte del año. Pero, ¿cuánto cuesta la vida del rey emérito? Y sobre todo, ¿quién se hace cargo de este dispendio constante?
Desde el entorno del emérito siempre se ha asegurado que son sus amigos los que, amablemente, costean su alto nivel de vida. “Llevarían invertidos unos quince o veinte millones de euros”, explicaba Luis Pliego, director de la revista Lecturas, en el programa 'TardeAR'. “Estos títulos de 'hermano' de los que presume el rey Juan Carlos no se entregan por tener mucho cariño. Abu Dabi ha ganado mucho dinero con el rey Juan Carlos”.
La estancia del emérito fuera de España comienza a inquietar y mucho a los que se encuentran a su lado. La amistad que siempre ha mantenido el rey Juan Carlos en Emiratos no sería ya tan férrea como lo era antes. Este sería uno de los motivos por los que Juan Carlos habría decidido reclamar de forma judicial a la que fuera su amante, Corinna Larsen, los 65 millones de euros.
Una estancia incómoda
“En el entorno del Emir de Abu Dabi comienzan a ponerse nerviosos”, explicaba Pliego en 'TardeAR'. “Esta estancia del emérito iba a ser algo más temporal. Llevamos ya casi cuatro años y están pensando en cuando van a poder recuperar parte de lo invertido”. El coste de tener al rey Juan Carlos estaría cifrada en unos tres millones de euros anuales. Una cantidad que el rey no tendría y que pagarían sus íntimos amigos.
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“De ahí la demanda interpuesta contra Corinna, que no es solo por sus hijas”, explica el periodista. El rey emérito reclama ahora a la que fue su amiga entrañable la cantidad de 65 millones que esta afirmaba que le había donado. Una cuantía que el rey pretendería dedicar a sus hijas y nietos para asegurar su futuro cuando él falte. Ni sus afirmaciones, ni las vulneraciones de su honor, en el caso de Corinna el rey Juan Carlos busca satisfacer sus intereses económicos.
No ocurre lo mismo con Miguel Ángel Revilla. La demanda que el emérito ha presentado contra el expresidente de Cantabria se centra en las afirmaciones que este ha ido realizando desde el año 2022 y que el rey considera que dañan su honor. Busca un arrepentimiento público y un compromiso de no continuar haciéndolo. Y además, una cantidad de 50.000 euros que el emérito afirma que, de ganarla, la dedicará a obras de caridad.
Una vida nómada
Aunque la residencia del rey Juan Carlos está situada en Abu Dabi de forma oficial, se sabe que el emérito pasa gran parte del año en Ginebra. Suiza es su segundo hogar en la actualidad. Allí reside su hija Cristina, aunque también pasa temporadas fuera, y reside Marta Gayá, la única persona que lleva décadas a su lado. El rey tiene sus médicos de confianza en Suiza y de ahí que tenga que viajar de forma constante al país. Eso sí, el tiempo necesario para regresar posteriormente a Emiratos.
Ha sido en Suiza también donde ha presentado la demanda contra Corinna Larsen y contra el que fue su tesorero. La excusa es que la residencia oficial de este último está en el país. Por el momento, se desconoce la evolución de la demanda. Lo único que se ha confirmado, y no por el propio emérito, es que la demanda está presentada y que el equipo de letrados no es el mismo que se encarga de la de Miguel Ángel Revilla.
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El emérito, por el momento, se ha dejado ver en dos ocasiones. Las competiciones deportivas han sido la excusa para que el rey Juan Carlos ocupe cierta actualidad más allá de sus asuntos judiciales. Su entorno, eso sí, guarda silencio. Casa Real se desmarcaba de las decisiones particulares del emérito. Sus hijas Elena y Cristina tampoco se pronunciaban sobre las demandas que su padre ha interpuesto en este tiempo. Un espinoso asunto que no salía como se esperaba.
El emérito, empeñado en limpiar su nombre y apartar la sombra de la corrupción de su legado, se mostraba asombrado por el interés mediático suscitado. También por la reacción de Miguel Ángel Revilla, dolido con el que fue una persona importante para él. Juan Carlos no piensa dar su brazo a torcer.