Luces y sombras de Mary Donaldson y Genoveva Casanova: dos caras muy distinta de la polémica de Federico de Dinamarca

Las fotografías de Genoveva Casanova (47 años) y Federico de Dinamarca en Madrid no solo ha sido uno de los mayores escándalos de 2023, sino que ha hecho tambalear los cimientos de la monarquía danesa. Después de que las imágenes salieran a la luz, todos los ojos se fijaron en las dos mujeres protagonistas de este escándalo. Por un lado, Genoveva optó por blindarse y huir del ojo público, mientras que Mary Donaldson tuvo que exponerse a la atención mediática para seguir adelante con los actos institucionales que ya tenía programados.

Desde entonces, su situación ha ido avanzando y cada una de ellas ha llegado a representar dos caras muy diferentes de este gran escándalo. Dos maneras de enfrentarse a los comentarios y las especulaciones y unas consecuencias muy distintas. Incluso su futuro Analizamos cómo les ha afectado a cada una de ellas y qué podemos esperar.

Genoveva Casanova, totalmente blindada y un cambio de vida

Pocos minutos después de la publicación de las imágenes, Genoveva Casanova desapareció. La modelo mexicana dejo de publicar en su Instagram cualquier tipo de actividad o contenido. Ella, que siempre había usado sus redes sociales para comunicarse con sus seguidores y dejar entrever pequeños fragmentos de su vida, se alejaba completamente para evitar leer los comentarios y especulaciones. 

Aunque al principio se creyó que se trataba de una primera reacción para no exponerse aún más, con el paso de los meses se ha transformado en una firme determinación que ha mantenido a raja tabla. Eso sí, con una excepción: el pasado 20 de noviembre rompía su silencio digital para subir una imagen con la Duquesa de Alba, su antigua exsuegra, en el aniversario de su muerte. "Te echo tanto, tanto de menos...", escribió, a la vez que destacaba todas las virtudes que tenía la aristócrata. 

Una 'desaparición' que ha afectado a sus planes y vida habitual. Especialmente en estas fechas. Un claro ejemplo es como hace un año, la expareja de Cayetano Martínez de Irujo celebraba, feliz y pletórica la Navidad. Colocaba el árbol y podía disfrutar de estas fechas con sus hijos. Y no solo eso, también aprovechaba para realizar un viaje y volar hasta Alemania. No obstante, este año su ausencia ha sido el grito más poderoso. Es por eso que su paradero ha sido una de las informaciones que más ha interesado a la prensa. Hace unas semanas se vio movimiento en su piso de Madrid, pero ella no se dejo ver.

De hecho, solo hemos podido 'ver' a Genoveva en dos ocasiones desde su desaparición. La primera fue gracias a las declaraciones de Marta Caruncho, dueña de la joyería Caruncho y Kodina. La empresaria confesaba, a través de unos comentarios, que la modelo habría hecho un pedido muy especial para su hija, Amina. "Qué feliz me hizo este encargo. De mis sortijas preferidas", escribía junto a una imagen de una alianza hecha de oro amarillo y coronada con un diamante de talla brillante. Una pieza exclusiva ya que todas ellas están hechas a mano. "Que suerte la mía. Una luz en el camino", concluía.

Ante las bonitas palabras de la joyera, Genoveva no dudaba en contestar, demostrando así que ella era la receptora de dicho pedido. "No saben lo feliz que está. Gracias por tanto esfuerzo y cariño", respondió con un comentario. La segunda ocasión en la que hemos podido volver a ver a Casanova ha sido a través de contenido grabado de hace tiempo. Por ejemplo, La 2 emitió una antigua entrevista de la mexicana, en la que la podemos escuchar reflexionar sobre el amor y el sufrimiento. O también su discreta reaparición en 'MasterChef Junior', donde apenas habló y solo se centró en su papel como invitada.

Mary Donaldson, de una tensión patente a ser la futura reina de Dinamarca

Cuando salieron a la luz las imágenes de Federico y Genoveva, la reacción más esperada era la de Mary Donaldson. Las fotos salieron a la luz justo el mismo día que los príncipes tenían una cena de gala con Felipe VI y Letizia (51 años). Las cámaras enfocaron cada gesto y mirada de la princesa, que no pudo ocultar la tensión que sentía. Lo mismo ocurrió al día siguiente cuando visitaron el centro de arquitectura de la ciudad. En los siguientes actos, esta actitud seria y distante se mantuvo.

No canceló ninguno de ellos, pero igualmente parecía evidente que algo había ocurrido entre ellos, ya que la dinámica no era la misma. Tanto es así que en cuando se acabaron los eventos de su agenda, la princesa puso tierra de por medio junto a sus hijos pequeños para visitar a su familia en Australia. Incluso se llegó a temer que Mary no volviera por Navidad, aumentando así las sospechas de una crisis entre Federico y ella.

No obstante, en los últimos días, un giro inesperado ha cambiado las cosas para Mary. La reina Margarita de Dinamarca abdicaba el pasado 31 de diciembre a favor de su hijo Federico. Daré un paso atrás como la reina de Dinamarca después de 52 años de reinado (...) He decidido que ahora es el momento adecuado", expresaba con calma y serenidad en su discurso tradicional de Navidad. Una noticia sorprendente que muy pocas personas sabían a ciencia cierta, a pesar de que los rumores sobre los planes de la reina llevaban tiempo sobre la palestra.

Unos días después Luis Pliego, director de Lecturas, iba un paso más allá y revelaba cuál había sido la razón última que había llevado a la reina a abdicar.  "Yo lo que os puedo decir es que a raíz de la publicación de esas fotografías, es que si algo me sobra son fuentes en Dinamarca. Hablo de compañeros de palacio, gente que sabe lo que está pasando", comenzó el director de Lecturas. Al parecer, Mary Donaldson le exigió a su suegra ser reina para no divorciarse de Federico. "En realidad la abdicación es algo que la propia Mary pidió. O somos reyes ahora o esto se acaba", explicó Luis. Para evitar el escándalo y enturbiar más la imagen de su hijo cuando subiera al trono, Margarita ha accedido. De esta manera, a pesar del dolor y humillación iniciales, Mary ha logrado darle la vuelta a la situación y colocarse como futura reina. Una nueva posición donde las polémicas y escándalos de su marido quedan relegados a un segundo plano.