Solo lleva dos días en Sudáfrica y Meghan Markle ya ha lucido cuatro looks. El último ha sido el que ha llevado durante su visita a la Mezquita Auwal, la más antigua del país. Para la ocasión la duquesa de Sussex ha seguido la línea de estas últimas 48 horas de lucir prendas cómodas.
Una vez más se ha decantado por un vestido camisero, en este caso largo y de color verde oliva. Una prenda de lo más favorecedora con un cinturón con el que ha estilizado su figura. Como ya hizo por la mañana, la duquesa de Sussex ha optado por zapatos planos. Unos mocasines que como marca el protocolo se ha quitado para visitar la mezquita.
Si algo ha destacado de su look ha sido el pañuelo blanco que ha utilizado como velo durante su visita a la mezquita. Esta es la primera vez que Meghan Markle ha llevado velo desde que comenzó su relación con el príncipe Harry.
Al salir la duquesa de Sussex se ha desprendido del velo y se ha dejado la melena suelta. Se ha puesto una flor de color lila en el pelo con la que ha dado un toque diferente a su look y que ha resultado de lo más favorecedora.
Durante la tarde, además de visitar el templo, Harry y Meghan se han reunido con grupos religiosos, han visitado el barrio musulmán de Bo Kaap y han conocido algunas de las tradiciones del lugar. Una vez más se han mostrado de lo más amables con todo el que se acercaba a saludarles.
Del que sigue sin haber ni rastro es del pequeño Archie. Sus padres llevan dos días con una agenda repleta de actos pero de momento él se queda al cuidado de sus niñeras. Esta noche los duques de Sussex harán una nueva aparición durante una recepción, donde lo más probable es que Meghan Markle luzca un nuevo look