La agenda de Charlene de Mónaco (46 años) es cada vez más frenética. A las habituales citas institucionales se ha sumado su participación en actos más distendidos como el Baile de la Rosa o, más recientemente, la inauguración del restaurante Amazónico en el Principado.
Alberto y Charlene de Mónaco acapararon todo el protagonismo de la noche y volvieron a hacer gala del gran momento que atraviesan compartiendo sonrisas y miradas cómplices en la azotea del Café París, perfectamente engalanada para la ocasión. A ellos se unió buena parte de la familia Grimaldi... Junto a ellos se dejaba ver la princesa Estefanía junto a sus hijos Camille Gottlieb y Louis Ducruet, quien asistió acompañado por su mujer Marie.
Pero al margen de esta unidad familiar cada vez más habitual, mención aparte merece el estilismo que lució Charlene de Mónaco. La sudafricana dejó atrás su versión más sobria y minimalista para sorprender a todos con un look arrollador compuesto por unos leggins de cuero. Una prenda muy cañera que se ajustaba a la perfección su impresionante silueta dejando al descubierto una figura imponente. Para darle un toque más sofisticado y restar ese punto de informalidad que tienen los leggins de origen, lo combinó con una elegante chaqueta de tweed también negra.
Charlene de Mónaco eleva su look de noche con taconazos
Aunque los leggins han sido la pieza que ha atraído todos los focos, la forma en la que Charlene los ha combinado tampoco nos ha dejado indiferentes. La ex nadadora completaba este outfit, perfecto para una noche de fiesta, con una chaqueta de tweed negro de corte ajustado y hombreras bajo la que sobresalía una blusa metalizada en color cobre con un gran lazo al cuello. Un total black muy cañero que elevaba con unos taconazos, un modelo destalonado tan versátil que combina con todo. La madre de Jacques y Gabriella cerró su estilismo con una cartera de mano a juego y unos sencillos pendientes de brillantes, y algunos de sus anillos favoritos.
El mensaje que esconde el estilismo de Charlene de Mónaco
Solo hay que ver la seguridad con la que Charlene posa ante las cámaras para comprobar que se encuentra en uno de sus mejores momentos. La mujer del príncipe Alberto luce confiada y empoderada, defendiendo su papel como primera dama del Principado. Algo que empieza a mostrar no solo a través de su actitud sino también con sus últimos looks.
Imposible olvidar el mono repleto de paillettes que estrenó para el Baile de la Rosa. Toda una declaración de intenciones que ha repetido este fin de semana con un lookazo de inspiración rockera que ha cautivado a todos dentro y fuera de Mónaco.
Solo dos días más tarde, Charlene y Alberto, esta vez acompañados por sus hijos Jacques y Gabriella reaparecieron para apoyar la campaña White Card organizado por Paz y Deporte para celebrar el Día Internacional del deporte al servicio del desarrollo y la paz. Un evento cargado de simbolismo donde la sudafricana mostró su faceta más maternal y protectora.