Llega a su fin el exitoso debut de Amalia de Holanda en viaje oficial, junto a sus padres, Máxima y Guillermo de Holanda

El primer viaje oficial de la princesa Amalia ha sido la mejor oportunidad para conocer más a fondo a la primogénita de Guillermo y Máxima de Holanda

Lucía Camino
Lucía Camino

Periodista especializada en Casas Reales

Máxima, Guillermo y Amalia

La princesa Amalia junto a sus padres, Máxima y Guillermo 

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La princesa Amalia (19 años) ha terminado el que ha sido su primer viaje oficial como miembro activo de la casa real holandesa. Esta primera incursión como princesa de Orange ha sido su prueba de fuego en esta nueva etapa de su vida. Durante estas dos semanas, del 27 de enero al 9 de febrero, Amalia ha estado acompañada y respaldada por sus padres, los reyes Guillermo (55 años) y Máxima de Holanda (51 años).

Los monarcas neerlandeses se embarcaron en esta travesía oficial junto a su primogénita para visitar seis islas del Caribe que, en tiempos pasados, fueron ex colonias holandesas. A lo largo de estos quince días, la agenda de los tres miembros de la familia real de los Países Bajos ha sido intensa y atareada, aunque han tenido tiempo para hacer de todo un poco.

En todas las citas y eventos a los que han asistido Máxima y Guillermo, también ha acudido la princesa Amalia; quien no ha dudado en mostrar su mejor versión para adaptarse a cada uno de los compromisos oficiales en los que tenían que estar presentes. De esta manera, su papel como royal se va completando y perfilando para poder asumir el trabajo que está destinada a ejercer.

Amalia de Holanda

La princesa Amalia de Holanda en Curaçao

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La princesa Amalia, una royal joven y responsable

La hija mayor de el rey Guillermo y la reina Máxima ha ido mostrando a lo largo de estos días cómo es su personalidad y la manera de afrontar las diversidad de actos a los que debe acudir como futura monarca de los Países Bajos. Se ha podido ver que Amalia no ha dudado en participar en todos los actos en los que estaba convocada. Ha bailado, ha liberado a una tortuga e incluso ha atendido las necesidades médicas de un paciente en una de las últimas visitas realizadas.

No ha querido perderse ninguna de las actividades enriquecedoras que estaban al alcance de su mano en cada ocasión por eso se ha atrevido a hornear productos en cocinas tradicionales. convertido hojas de aloe vera en productos naturales, hecho una travesía por los manglares o se ha parado a jugar con los niños más pequeños que se han acercado a ella en las diferentes islas.

La princesa Amalia se ha interesado por conocer la cultura, las tradiciones y la manera de trabajar de las personas locales, un rasgo que sin duda facilitará su integración como miembro de la familia real en futuros viajes y recepciones.

Los reyes de Holanda con su hija Amalia

Los reyes de Holanda con su hija Amalia 

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Máxima y Guillermo han sido los grandes apoyos de Amalia durante su primer viaje oficial

La princesa de Orange ha podido compartir esta experiencia con el apoyo y el cariño de sus padres. Los reyes neerlandeses son una fuente de inspiración para su primogénita y han arropado a Amalia en estos quince días de compromisos constantes. También han tenido espacio en la agenda para pasar tiempo de calidad en familia, sin desatender sus funciones reales.

La princesa Amalia tiene en sus padres un referente importante sobre cómo debe comportarse un royal cuando está desempeñando laborales institucionales. Guillermo y Máxima han querido proteger a todas sus hijas durante su infancia y adolescencia del foco mediático. Cuando Amalia ha tenido que dar un paso al frente en la institución, sus padres han estado presentes para ayudarla con sus primeras entrevistas, su adhesión al Consejo de Estado o la publicación de su biografía.

Hace unos meses la futura reina de los Países Bajos sufrió un revés ya que recibió graves amenazadas por parte de la mafia. Los delincuentes pretendían conseguir liberar de prisión al líder de su banda y el resto de miembros que se encuentran encarcelados en estos momentos en las cárceles holandesas. Quieren sacar de prisión al considerado cabecilla de la organización criminal, Ridouan Taghi.

Tras recibir estas amenazas la joven ha tenido que renunciar a la vida que tenía en Ámsterdam. Allí, Amalia de Holanda vivía en un piso de estudiante y asistía regularmente a las clases en la universidad donde cursaba sus estudios de Política, Psicología, Derecho y Economía. Después de estos acontecimientos el rey Guillermo y Máxima se hicieron cargo de la situación y Amalia tuvo que volver a vivir en el Palacio Real. Desde entonces el equipo de seguridad de la familia real es más amplio para evitar un posible secuestro de la princesa de Orange.