El 1 de noviembre de 2003, la casa real anunciaba el compromiso del príncipe Felipe (54 años) con la periodista, Letizia Ortiz (50 años). Una sorpresa para muchos, convencidos, seguro, que al hijo de Juan Carlos (85 años) y Sofía (84 años) le había brotado al lado una novia. ¿Y dónde estaba la espectacular Eva Sannum (47 años)? Hacía poquísimo que le relacionaban aún con la modelo noruega que le había presentado Haakon de Noruega en 1997. Sin embargo, los periodista de la crónica social llevaban tiempo detrás de la imagen que confirmara que se había quedado prendado de una presentadora de TVE mientras aún alternaba con Sannum. Finalmente, Terelu Campos (57 años) destapó el romance precipitando, al parecer, el paso de Zarzuela de anunciar la próxima boda de Felipe y Letizia.
Las incógnitas sobre el noviazgo de Felipe y Letizia, veinte años después
Cuando los reyes van a celebrar 19 años de su 'sí, quiero' dentro de unos meses, importantes preguntas siguen sin respuesta. Incógnitas que no se despejan, sobre todo, en lo referente a ese primer encuentro en el que sus caminos se cruzaron. Como apunta Pilar Eyre, "es terreno abonado para las hipótesis, rumores y leyendas" y, en la línea de la casa real de no reaccionar ni siquiera para desmentir informaciones, parece que va a seguir el aura de misterio alrededor de un momento tan significativo de sus vidas.
A lo largo de estas dos décadas, la versión más extendida y repetida hasta la saciedad es que el príncipe y la rigurosa presentadora del Telediario se conocieron en casa del periodista Pedro Erquicia. Una historia "puesta en circulación por nadie sabe quién", que fue desmentida por el supuesto 'celestino" a personas de su confianza. “Tú conoces mi casa y me conoces a mí. ¿Crees que puedo organizar una comida para que se enrolle el príncipe heredero con una chica? ¡Vamos, anda!”, fueron sus palabras, según la bloguera de Lecturas.
Las historia de amor de los otros royals europeos
¿El hermetismo beneficia a los reyes y sus hijas? Apenas conocemos nada de su vida privada antes y después de que Letizia pasara a formar parte de la familia real. Tampoco de sus hijas de las que Pilar Eyre, no sin razón y con tono de reproche, advierte que es como si las viéramos crecer a estirones de las pocas apariciones públicas que protagonizan a lo largo del año y de lo poco que sabemos de su carácter y gustos.
Cuantos más detalles personales y cuanto más se han salido del guión más han conectado con la sociedad, por lo que resulta extraño que no pongan fin a especulaciones sobre su noviazgo. "Sabemos cómo se conocieron los reyes de Holanda (en Sevilla), los de Noruega (en un festival de rock, ¡cómo no!) o los de Inglaterra (en la universidad), pero nadie nos ha contado cómo se produjo el encuentro entre Letizia y Felipe, procedentes de mundos tan distintos", pone al otro lado de la balanza.
Kitín Muñoz, la clave de la teoría de Pilar Eyre
La autora de 'Cuando éramos ayer' tiene una teoría al respecto que ha compartido en las páginas de nuestra revista. "El navegante Kitín Muñoz, que fue noviete de Letizia durante un par de meses, se la presentó a su amigo Felipe y hubo flechazo... por parte de él”, apunta Eyre. Y es una hipótesis plausible teniendo en cuenta ese grado de separación que finalmente les acabó uniendo hasta hoy en día.
El detalle de que él cayera rendido ante la que acabaría siendo su mujer es muy significativo pues, tal como subraya la escritora, doña Letizia no se lo puso nada fácil. "Ella se resistía, y esto al príncipe, que siempre lo había tenido muy fácil con las mujeres, lo volvió loco", escribe en su blog. Su fuerte personalidad –"que fuera respondona, descarada y que no se callara nunca"– y que trabajara para ganarse la vida también hicieron que se enamorara de ella pero, sobre todo, que la admirara.
Cuando se anunció el compromiso nupcial y aunque lo quisieran disimular en una decisión infantil y antigua, Felipe y Letizia ya hacía tiempo que convivían. De hecho, ya salían en secreto cuando la intrépida presentadora fue a cubrir el desastre ecológico del 'Prestige' que tuvo lugar en noviembre de 2002. Asimismo, en el aniversario del 11S en Nueva York, que cubrió poco antes, el despliegue de medios para sus conexiones desde la Gran Manzana dejó a todos "extrañadísimos". En ambos casos, según testimonios con los que ha contado Pilar Eyre, la futura reina contó con un "trato especial". ¿Estaría ya entonces con el hijo de Juan Carlos y Sofía? Solo ellos y su círculo de confianza, cuyos labios están sellados, lo saben. Solo queda esperar que, por descuido o ganas de mostrarse más cercanos, acaben contando los detalles.