Letizia y Meghan, unidas por una condena: el curioso motivo por el que no se conocen y un punto de unión

La trayectoria vital de la reina Letizia y Meghan Markle difiere mucho menos de lo que coincide, pero no se conocen a fondo y su conexión se percibe imposible. ¿Por qué?

Adrián Monterrubio

Redactor de Clara Corazón

Actualizado a 3 de marzo de 2024, 14:00

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La marea de plebeyas que en otro tiempo prometía sacudir las estructuras de las dinastías europeas ha terminado por asentarse. Por fin, con creces. Ya sin estridencias ni escándalos excesivos. Algunas con más virtud, otras con menos apoyo del entorno. Cuestión de circunstancias más o menos favorables. Porque no, el sosiego no siempre impera dentro de los férreos muros de palacio. Y los senderos recorridos, por parecidos que hayan sido, pueden conducir a lugares bien distintos. Con el recuerdo de una vida anterior corriente, Letizia Ortiz (51 años) es Reina desde 2014 por su matrimonio con Felipe VI (55 años). Un trayecto plagado de baches hasta la Corona que no es la excepción.

Son muchas otras las mujeres de a pie que, para su sorpresa y tras enamorarse de un miembro de la realeza, se vieron arrastradas a un universo de protocolos y compromisos. Mary de Dinamarca, Máxima de Holanda, Mette-Marit de Noruega... O Meghan Markle (42 años). Lo cierto es que, en realidad, la esposa del príncipe Harry (39 años) y la consorte del Rey de España no han tenido nunca el placer —o la intención— de conocerse a fondo. Ahora bien, seguro que no les costaría demasiado entenderse. Basta con remitir a sus propias vivencias.

Letizia y Meghan Markle, dos mujeres con destinos entrelazados

La comprensión de las similitudes entre sus vidas emerge del sencillo ejercicio de la revisión del pasado. Un pasado que va más allá de su origen plebeyo, aunque no deje de ser este un factor determinante. Ninguna de las dos procedía de la nobleza y eso no fue necesariamente bien visto por los súbditos de las Coronas a las que tocaban la puerta por amor. Para empezar, no todo el mundo estaba dispuesto a introducir a mujeres que, no solo carecían de sangre azul, sino que estaban divorciadas. Porque sí, tanto Letizia como Meghan estuvieron casadas antes de embarcarse en sus respectivas historias reales. La primera vivió un breve matrimonio civil con Alonso Guerrero (61 años), su profesor de Lengua y Literatura, entre 1998 y 1999. La segunda contrajo matrimonio con el productor de cine Trevor Engelson (47 años) en 2011 tras siete años de noviazgo, pero también acabó separándose en 2013.

En el caso de la duquesa de Sussex, su herencia mestiza y la procedencia de una 'familia problemática' facilitaron todavía menos la aceptación. Tampoco su carrera como actriz, con el peso de un bagaje profesional difícil de preservar en un segundo plano. De igual modo le sucedió a Letizia, que hasta poco antes de anunciar su compromiso con el hijo de Juan Carlos I (86 años) ejercía como periodista y era la cara visible del 'Telediario' de La 1. Fue en noviembre de 2003 cuando se hizo público que la comunicadora y el entonces heredero estaban a punto de darse el 'sí, quiero' y, por consecuencia, ella se apartó de la profesión. No obstante, su noviazgo habría comenzado mucho tiempo antes, pero lo habían sabido mantener en secreto. De hecho, existen múltiples teorías acerca de cómo se conocieron los actuales reyes, como también sucede en el caso de Harry y Meghan.

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Inicios de amores envueltos en misterio que vuelven a hermanar sus caminos en la incursión 'royal'. Tanto como que, una vez destapados, ambos derivaron en una condena popular. Una operación total de acoso y derribo que también es ese gran punto de unión. Se las menospreció, incluso, por tener un abuelo taxista —a Letizia— o por las salidas de tono de su padre —a Meghan—. Pese a todo, y dejando de lado si caen más o menos en gracia, su entereza y valentía las convirtió en dos figuras capaces de hacer frente a críticas basadas en aspectos como sus modales o su forma de vestir desde el estoicismo. Competentes, también, para enfrentarse a su familia política cuando no estuvieron de acuerdo. Con el riesgo de ser leídas díscolas de cara a la galería. Sin miedo al qué dirán, porque de ellas ya lo habían dicho todo.

El poderoso motivo que explicaría por qué Letizia y Meghan no se han conocido

Por increíble que parezca, lo cierto es que toda semejanza en sus pasos permanece en el imaginario de los observadores de las Casas Reales que se aventuren a comparar dos 'vidas paralelas'. La realidad es que en el proceso de cambiar la vida normal por el hermetismo real no se han acompañado. No solo por el hecho de que Meghan llegó a la Corona británica cuando Letizia ya era Reina, sino porque no se conocen. Y no porque no hayan tenido oportunidad, puesto que sí han coincidido en algunos eventos como el funeral de Isabel II. Allí estaban las dos, pero no se dirigieron la palabra. ¿Por qué no estrechar lazos si tienes tanto en común?

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No hay una respuesta concreta, aunque la cercanía de los Borbones y los Windsor podría ser clave para comprenderlo. Al fin y al cabo, la relación entre la Casa Real británica y la española es históricamente afectuosa. También familiar, puesto que la reina Isabel II y Felipe VI compartían un ancestro en el árbol genealógico: la reina Victoria de Inglaterra. Letizia, por la conexión de su esposo con la difunta 'tía Lilibeth', es próxima al núcleo duro de los ingleses. Sin ir más lejos, Carlos III siempre tiene buenos ojos para ella, mientras que también mantiene un trato cordial con el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Ese núcleo duro del que, precisamente, Harry y Meghan acabaron desmarcándose. Y no de la mejor de las maneras. Tierra de por medio para alejarse de la familia. Por ende, también del resto de dinastías. Esa lejanía que persiste y que convertiría la interacción de la Reina con Meghan en un imposible

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