Letizia y la infanta Margarita, una relación de críticas, altibajos y un gran encontronazo por culpa de la reina Sofía

El encontronazo entre Letizia y su suegra, la reina Sofía, supuso un antes y un después en la corona española pero además provocó críticas de la hermana del rey a la hora Reina

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Letizia y la infanta Margarita
Cordon Press

La llegada de Letizia (52 años) a la familia real española no fue plato de buen gusto para todo el mundo. Su desparpajo, rigurosa comunicación y su figura fuerte y empoderada chocaban con lo que una futura Reina debía ser al lado de Felipe. Desde el primer día estuvo en el punto de mira pero cuando nacieron sus dos hijas, Leonor y Sofía, todo cambió. Si la entonces princesa se había mantenido en un segundo plano para no entorpecer las labores de su marido, desde luego no iba a ceder con las niñas.

A pesar de que en cuestiones del camino al trono ha tenido que tragar con Leonor (como que haya pasado por la Academia Militar de Zaragoza y ahora por la Escuela Naval de marín), Letizia siempre ha tenido muy claro que en la educación de sus hijas mandaba ella. No iba a permitir que nadie se interpusiera en su camino. Por eso, en algunos momentos ha protagonizado instantes muy tensos como el que vivió con su suegra en Mallorca. 

Allá por la Semana Santa de 2018, Letizia y la madre de Felipe se convirtieron en las protagonistas de los titulares de medio mundo por un encontronazo en la misa de Pascua.  A las puertas de la catedral de Palma, la Reina y Sofía vivieron un momento de máxima tensión cuando la abuela de Leonor y la Infanta quiso hacerse una foto con ellas y la Reina se lo impidió. 

Aquel rifirrafe no se quedó ahí sino que además influyó en las relaciones de Letizia con el resto de la familia. Tanto Cristina y Elena, sus cuñadas, como otros miembros de la corona española vieron en este desaire un gran desafío público. De hecho, la infanta Margarita, hermana de Juan Carlos, fue una de las personas que se mostró más críticas con la Reina. Y aunque este hecho marcó un antes y un después en su relación, lo cierto es que los rumores de tiranteces entre ellas siempre ha sonado fuerte. 

Si bien es cierto que todas las veces que las hemos visto e público se han mostrado amables y respetuosas la una con la otra, parece que todo era de cara a la galería. Fuentes cercanas a la familia real han asegurado que desde entonces todo ha estado muy tirante y han vivido muchos altibajos. El último este 2024 en el funeral de Fernando Gómez Acebo, donde coincidieron para despedirse del primo de Felipe VI. Eso sí, ni una foto juntas.

La última vez que pudimos verlas en algún evento fue poco después de aquel tenso momento entre Sofía y Letizia. En junio de 2020 la Infanta y la Reina coincidieron justo después de que la hermana de Juan Carlos se retirara de la vida pública. Fue en el acto de entrega de los Premios Unicef y era primera vez que se veían desde que Margarita de Borbón se posicionara abiertamente a favor de la emérita. 

Eso sí, a pesar de todos los rumores ambas mostraron su mejor cara. Cuando Letizia llegó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid se acercó hasta la tía de su marido, que iba en silla de ruedas, y la saludó cariñosamente. Pero no solo eso, incluso estuvieron hablando varios minutos para acallar cualquier habladuría. Sin duda una estrategia que siempre hace la Casa Real en este tipo de enfrentamientos. 

La dura vida de la infanta Margarita

Margarita, o Margot como le llaman sus seres queridos, es ciega de nacimiento. Su familia se dio cuenta a los pocos meses de nacer gracias a la niñera, que pasaba sus manos por el rostro y la pequeña no reaccionaba. Y aunque se consultó a los mejores especialistas, lo cierto es que su ceguera no tiene solución. 

A pesar de que pensaron ingresarla en un centro de invidentes, su madre se negó y aseguró que llevaría la misma vida que sus hermanos. "La niña salió tan traviesa y enredadora que participaba en las gamberradas de sus hermanos como una más. Ya en Estoril se la llevaban a la playa, la hacían meterse en el mar y le decían: 'Margot, derecha'  y la pobre criatura se lanzaba sin darse cuenta por una cascada horrorosa. Le daban una caña de pescar y Alfonsito, el más pillo, tiraba del hilito para que creyera que los peces habían picado. Margot se rompió un brazo al caerse por la ventana del despacho de su padre, iba siempre llena de heridas y cardenales que enseñaba con orgullo y era una niña feliz porque no era consciente de su discapacidad", cuenta Pilar Eyre en Lecturas. 

"Tenía un corazón de oro, su madre se la encontró un día bañando a unos gitanillos en su cuarto de baño mientras las madres daban grandes gritos y querían acusarla de secuestro. La única explicación que dio la infanta fue que 'estaban muy sucios y me daban pena'", añade la periodista, que dice de Margot que tenía un oído privilegiado, sabía tocar el acordeón y el piano.