La época de los matrimonios concertados ya pasó a la historia. Se acabó el dar en matrimonio a la hija de un rey de 4 años para que se casara con un príncipe de 5, todo por acuerdos políticos que interesaban en las distintas cortes europeas. Y así por los siglos de los siglos. La obligación de un 'royal' era casarse con otro 'royal' y tener descendencia. Lo del amor era secundario o, directamente, prescindible.
En nuestro país, el cambio se produjo en 1978 con la aprobación de la Constitución Española que eliminaba el requisito de que los miembros de la familia real solo podían casarse con otros 'royals'. Así, las infantas Elena y Cristina se casaron por amor con Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin, respectivamente –aunque ese amor tuviera fecha de caducidad–, del mismo modo que el actual rey Felipe se casó totalmente rendido y enamorado de Letizia Ortiz.
Igualmente, en otras monarquías europeas, los actuales monarcas han podido casarse con la persona que han elegido. Solo Matilde de Bélgica se escapa de la etiqueta de plebeya, ya que pertenece a la aristocracia belga y eso estaba bien visto por las monarquías de toda la vida.
Las reinas y príncipes consortes del futuro
Hemos hecho un repaso por las casas reales más populares y está claro que las reinas de origen plebeyo arrasan. Y las que vendrán en el futuro, que de momento ejercen de princesas herederas.
Por cierto, en este terreno solo hay un hombre, Daniel Westling, marido de Victoria de Suecia, que nunca será rey, sino príncipe consorte, tal y como le pasó a Felipe de Edimburgo, marido de Isabel II, y como les pasará a los futuros maridos de las princesas herederas como Leonor de Borbón, Isabel de Bélgica y Amalia de Holanda.
Las mujeres de origen plebeyo que se convirtieron en reinas