La princesa Leonor (18 años) ha dado comienzo a su segundo año de formación militar. Tras su paso por la Academia General Militar de Zaragoza, la primogénita de los reyes se estrenaba este jueves en la Escuela Naval de Marín.
Envuelta en una enorme expectación, Leonor llegaba a las 19.00 horas ya vestida con el impoluto uniforme blanco de guardamarina. A diferencia de su llegada informal a Zaragoza, esta vez aterrizó en calidad de Princesa de Asturias y, como tal, fue tratada por el director de la escuela, Pedro Cardona Suanzes, y los jefes de servicio. Un acto muy sobrio que nos ha dejado infinidad de detalles que resaltar.
Leonor recorrió todas las instalaciones de la que será su casa durante los próximos meses y también plasmó su firma en el libro de visitas. Un breve texto en el que confesó que empezaba esta nueva andadura cargada de "ilusión".
Llamó la atención que durante toda la visita, Leonor templó sus nervios mostrando su faceta más curiosa. Algo que nos recordó de manera inevitable a la reina Letizia. La princesa de Asturias no se dejó ni una pregunta por hacer. Tal y como han asegurado las personas que estuvieron allí, preguntó todas las dudas que le surgían.
Poco o nada queda de aquella joven inexperta y algo insegura que ingresaba en la Academia General Militar de Zaragoza acompañada por sus padres y su hermana. Esta vez, muy segura de sí misma y de lo que representa, ha mostrado su versión más madura.
La princesa Leonor, blindada en su debut en Marín
Después de un verano en el que Leonor se ha mostrado más cercana y asequible que nunca, ha llamado mucho la atención el hermetismo que se ha creado en su primer día en Marín.
Las puertas de la escuela naval estaban repletas de decenas de curiosos con ganas de conocer de cerca a la princesa Leonor, pero no pudo ser, ya que el acto estaba completamente blindado. Sea como fuere, su estancia allí ha revolucionado la localidad de Marín. Muchos esperan verla recorrer sus calles y disfrutar de los planes de ocio de la ciudad gallega.
Leonor apenas permanecerá en la escuela cuatro meses. Después, embarcará junto al resto de sus compañeros en el Juan Sebastián ElCano tal y como hizo su padre. Un periplo inolvidable que le acercará de manera inevitable a su padre y esa pasión por el mar y la navegación.
La princesa Leonor, impecable de blanco en su debut en la Escuela Naval de Marín
Acostumbrados a verla con el uniforme del Ejército de Tierra, Leonor sorprendía a su llegada a la Escuela Naval de Marín con el impecable traje de la Armada. Concretamente, se decantó por el de especial relevancia, modalidad B. Se trata de un uniforme compuesto por una chaqueta marinera blanca, camisa de manga larga y cuello blando, así como la alternativa, como mujer, de optar por falda o pantalón.
En este caso, Leonor se decantó por el pantalón de corte recto que ajustó con un cinturón blanco de cajeta. Un gorro femenino de color blanco y guantes a juego, completaban este atuendo tan favorecedor.
A diferencia de sus compañeros, el uniforme de Leonor ya contemplaba las insignias que ha ido recibiendo. Un total de 3 divisas: la de la orden de Carlos III, la de Cristo de Portugal, y la del Mérito Militar, que le fue concedida el pasado mes junio tras terminar su andadura en la Academia General de Zaragoza.
Unos minutos más tarde, ya como nueva guardamarina Leonor cambió de uniforme por el de trabajo modalidad C. Un conjunto más cómodo formado por una camisa blanca de manga corta y hombreras portadivisas y pantalón azul marino de tiro alto. Como complementos, no faltaba el sombrero, un cinturón negro y zapatos con cordones a juego.