Ni mala relación ni mucho menos prohibición a las fotografías, la final femenina de Wimbledon ha estado marcada por dos claras protagonistas: Kate Middleton y Meghan Markle.
Las duquesas han querido acallar todos los rumores de distanciamiento con su presencia unida en las gradas del torneo de tenis. Si bien se habían dejado ver durante la semana en las inmediaciones del recinto, no ha sido hasta hoy cuando han optado por disfrutar del tenis juntas, como ya hicieran el año pasado.
Meghan, de regreso a la vida pública tras el nacimiento de su hijo Archie, ha lucido un estilismo en color blanco compuesto por camisa y falda de tablas. Por su parte, Kate ha rescatado un vestido verde de manga corta y hombros abullonados firmado por Dolce&Gabbana que estrenó en 2016 durante su visita oficial a Canadá.
Pero no estaban solas... Al lado de Meghan se encontraba, nada más y nada menos que Pippa Middleton. La hermana de la duquesa de Cambridge es una gran aficionada al tenis y ha querido acompañar a las "cuñadas". Durante el partido no han parado de sonreír y compartir confidencias entre las tres, un ejemplo de buena relación y nada de distanciamiento como se decía en los últimos meses.
Esta es la segunda vez en la semana en la que Meghan y Kate han hecho planes juntas. Hay que recordar cuando fueron a ver jugar al polo a sus respectivos maridos, unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.