Un medio de transporte que utilizan mucho en los actos oficiales de la Casa Real Británica son los carruajes. Para Kate Middleton esto es un quebradero de cabeza. Cada vez que la duquesa de Cambridge tiene que subirse en un coche de caballos se echa a temblar por la cinetosis que sufre. Es decir, por los mareos que tiene debido al movimiento de los carruajes.
En las últimas semanas ha habido dos actos oficiales en los que Kate ha tenido que montar en carruaje. Uno fue el Trooping the Colour y el otro el del desfile del Orden de la Jarretera. En ambos llamó la atención la seriedad de la mujer del príncipe Guillermo.
En el de la Orden de la Jarretera fue muy comentada la mala sintonía entre Kate Middleton y doña Letizia, con quien compartió carruaje. Con la explicación de los mareos se quita importancia a este asunto ya que la mala cara de la duquesa de Cambridge se debía a su malestar.
Desde Buckingham Palace han querido aclarar a qué se debía la cara de circunstancias de la duquesa de Cambridge en esta y otras ocasiones para que no haya otras teorías. En cada una de sus apariciones Kate tiene miles de ojos puestos en ella. Esto es algo que cuando va en carruaje le estresa más de la cuenta, ya que no quiere que nadie se dé cuenta de lo mal que lo pasa.
Esta sensación es algo que tiene en común con la reina Isabel II. La monarca sufre los mismos mareos que la esposa de su nieto. De hecho recuerda algunos actos oficiales como horribles debido a este malestar. Para mostrarle su apoyo le ha recomendado que en cada paseo en carruaje vaya tranquila y que si es necesario tome algunos medicamentos contra los mareos. Aunque esto es algo que a ella a veces le ha provocado efectos secundarios como la somnolencia que no son apropiados para los actos públicos.