Kate Middleton ha reafirmado su papel de princesa y lo ha hecho durante su última noche en Jamaica. Los duques de Cambridge han puesto el broche de oro a su periplo de varios días por el Caribe con una cena de gala en la que Kate ha acaparado todo el protagonismo, y no es para menos...
Con el verde como color protagonista a modo de guiño a la región, Kate Middleton lució un espectacular diseño de tul con los hombros al aire, cuerpo ajustado y falda de vuelo que causó sensación a su llegada por el llamativo escote con volantes y las lentejuelas que brillaban por la parte superior del vestido. La mujer del príncipe Guillermo ha vuelto a confiar en Jenny Packham, una de sus diseñadoras de cabecera.
Si el vestido elegido por Kate era un auténtico primor, las joyas que escogió para la velada no se quedaron atrás. Para la ocasión, se decantó por los pendientes Emerald Parure, unas piezas de brillantes en forma de nudo rematados por tres esmeraldas y pulsera a juego que pertenecen al joyero personal de Isabel II. No faltó, por supuesto, el anillo de zafiro rodeado por diamantes que perteneció a la princesa Diana y que Guillermo le entregó a la joven en noviembre de 2010 cuando le pidió matrimonio. Finalmente, la Orden de la Familia Real y la Real Orden Victoriana que la Reina de Inglaterra le concedió en 2017 completaba este estilismo de gala que pasará a la historia.
Muy adecuado al estilismo fue el look beauty de la duquesa de Cambridge. A diferencia de todo el viaje en el que siempre ha optado por lucir su melena suelta, en esta ocasión recogió su cabello en un trabajado moño y un maquillaje muy natural.
Los duques de Cambridge ya han puesto rumbo a Londres y será el próximo martes cuando los volvamos a ver con motivo del funeral en honor al duque de Edimburgo.