Kate Middleton recibió el pasado lunes 15 de marzo la mejor de las noticias en medio de la tormenta por la entrevista de Meghan Markle y el príncipe Harry con Oprah Winfrey. Hace justo una semana la duquesa de Sussex se convertía en tía de nuevo después de que su hermana, Pippa Middleton, diera a luz a su segundo hijo en común con James Matthews, una niña a la que decidieron llamar Grace Elizabeth Jane.
Con su llegada, Kate Middleton se ha podido centrar en su faceta como tía en un momento muy complicado para ella, en el que ha tenido que hacer frente a las palabras de Meghan Markle, quien aseguró que la había hecho llorar días antes de su boda. Así, aunque no se ha confirmado públicamente, la duquesa de Cambridge ya podría haber conocido a la recién llegada, ya que se encuentran en la misma ciudad, por lo que no habría tenido problemas de movilidad. Por el momento, lo que sí está claro es que la mujer del príncipe Guillermo está encantada con la llegada de la más pequeña.
Kate y Pippa Middleton, el día de la boda de la segunda con James Matthews
“La alegría del bebé de Pippa ha sido una distracción para Kate después de unas semanas difíciles”, ha asegurado la experta real Katie Nicholl a la revista Ok!. Además, ha destacado lo importante que es toda la familia Middleton para los duques de Cambridge: “Para ellos, es una verdadera sensación de normalidad en medio de cualquier caos. A Guillermo siempre le ha encantado pasar tiempo con todos los Middleton, ya que es su forma de escape. Es cercano a Carole y Michael [los padres de Kate] y siempre insiste en que la familia real los trate bien, algo que la reina a hecho. Ella los ha recibido con los brazos abiertos”.
Así, la pequeña Grace Elizabeth Jane no podría haber llegado en un momento mejor para alegrar a toda la familia y convertirse en el mejor motivo para sonreír de su tía Kate en estos momentos tan complicados para ella.