La agenda de los miembros de la monarquía británica no ha parado ni antes ni después de la coronación de Carlos III. En el caso de Kate Middleton (41 años), sus compromisos solo se han visto intensificados tras el evento histórico. En la jornada del martes 16 de mayo la princesa de Gales estuvo de visita en la ciudad de Bath y allí pudo abrir un poco su corazón.
Los eventos deportivos son uno de los favoritos de la esposa del príncipe Guillermo, por eso Kate disfrutó tanto en el encuentro que tuvo en Dame Kelly Holmes Trust en Bath, allí la princesa de Gales estuvo en la organización benéfica que ha creado la doble campeona olímpica Dame Kelly Holmes.
Kate Middleton revela aspectos de su vida privada hasta ahora desconocidos
La cercanía de Kate Middleton no es nueva para aquellos que han tenido algún trato con la royal, si se siente cómoda, se relaja y es capaz de mostrar su parte más natural, como se ha podido comprobar cuando interactúa con niños pequeños o cuando tiene que realizar algunas actividades deportivas.
Estas condiciones excepcionales se dieron el pasado martes, cuando estuvo charlando con los jóvenes desfavorecidos a los que ayuda la asociación. Tras conocer más a fondo la labor que se realiza y cómo ayudan a los más necesitados, Kate estuvo hablando animadamente con los participantes en el evento y al final admitió un turno de preguntas y respuestas.
Cuando se abrió la veda para poder preguntar cualquier cosa a la royal, hubo cuestiones de todo tipo, tal y como relevaría más tarde una de las participantes en la charla. La gran revelación vino cuando Kate relató que ella tuvo que "aprender" a ser un miembro de la realeza, que no era algo con lo que estuviera familiarizada.
Como sucede con la mayor parte de los consortes de esta nueva era, la princesa de Gales tuvo que vivir un proceso de adaptación a las costumbres y comportamientos que debía adquirir por haberse enamorado del príncipe Guillermo. Al comienzo de su relación, no hubo demasiado que poner en práctica porque aún eran jóvenes y tenían cierta libertad.
La cosa cambió cuando la relación entre Guillermo y Kate se hizo oficial y ambos empezaron a formar parte de los miembros de la familia más visibles. Sin duda, el momento clave para la pareja fue cuando se prometieron y un año más arde pasaron por el altar.
Antes de llegar a este punto, Kate Middleton ya había aprendido las lecciones más importantes para poder ser un miembro más de la Familia Windsor. No obstante, con el paso del tiempo, la nuera de Carlos III ha ido puliendo su faceta como royal hasta convertirse en un ejemplo para muchas de las siguientes generaciones actuales.
Kate Middleton habló de sus tres hijos
Durante su visita, la fundadora de la organización benéfica, Dame Kelly Holmes, quiso saber cómo eran los hijos de Kate y Guillermo y si la princesa veía en ellos rasgos diferentes. A lo que Kate respondió que "Oh, sí, definitivamente", George, Charlotte y Louis tienen personalidades muy diferentes y marcadas.
Holmes luego destacó de Kate que "Ella humanizó todo para decir que no todos son perfectos. No importa lo que tengas o lo que se perciba que tienes, como individuo. Vas a tener esas inseguridades".
Para la princesa de Gales la educación de sus tres retoños es muy importante y tiene normas estrictas que deben cumplirse para que los tres puedan tener un espacio de convivencia adecuado. Por ejemplo, en casa de los príncipes no está permitido gritar y las pataletas no se castigan, sino que se hablan para poder calmar a los más pequeños de la casa.
Una educación diferente y mucho más enfocada en el cuidado y el respeto de los menores, por eso es tan celosa de la intimidad de los príncipes. No quiere que sufran una gran exposición mediática para evitar traumas o vivencias desagradables como pudieron vivir, su marido o el mismo príncipe Harry.