Kate Middleton ha estado a punto de perderse uno de sus eventos favoritos. Hace unos días, la duquesa de Cambridge comenzó un periodo de cuarentena tras haber estado en contacto estrecho con una persona que había dado positivo en coronavirus. Desde ese momento paralizó su agenda oficial y no ha sido hasta hoy cuando ha reaparecido. Lo ha hecho en la final femenina del torneo de Wimbledon, una cita con el tenis que intenta no perderse nunca. De hecho, el último acto al que asistió antes de comenzar su aislamiento, fue un partido de este mismo torneo.
Este sábado, Kate Middleton ha acudido a la gran final de la competiciónacompañada por el príncipe Guillermo. La duquesa de Cambridge ha mostrado una actitud de lo más distendida y no ha dejado de animar a las dos jugadores que se disputaban uno de los torneos más relevantes de este deporte de raqueta. Además, en las gradas Kate se ha mostrado de lo más cómplice con su marido, con el que ha intercambiado risas y miradas.
Para la ocasión Kate Middleton se ha decantado por un vestido de color verde de la firma de Emilia Wickstead, una de sus favoritas. Si algo ha caracterizado a esta prenda además de su color, ha sido su silueta, porque se trata de una de las favoritas de la duquesa de Cambridge.
En cuanto a los complementos con los que lo ha combinado, Kate Middleton se ha decantado por unos pendientes de turmalinas con los que ha dado el toque sofisticado a su outfit. Además, para combatir el sol, la duquesa de Cambridge no se ha separado de sus gafas de sol. Con melena suelta y un maquillaje suave, ha dado muestra de su naturalidad. Y cómo no, no ha faltado su mascarilla. Esta vez ha rescatado una de estampado floral, uno de sus favoritos.