Continúan los actos del Jubileo de Platino de Isabel II. La Reina ha cumplido ya 70 años en el trono y el país se viste de gala para disfrutar de los eventos agendados durante estos días. Durante el día de ayer, la monarca tuvo la oportunidad de reunirse con toda su familia y, aunque la jornada estuvo marcada por grandes ausencias como la del príncipe Andrés que ha dado positivo en coronavirus, Isabel disfrutó junto a los suyos, algo muy evidente en la sonrisa que mostró desde el balcón de Buckingham. Aunque hoy no va a estar presente debido a un nuevo achaque de salud, Meghan y Harry sí que han reaparecido un tanto nerviosos en la misa de Acción de Gracias en la catedral de Saint Paul. Eso sí, las miradas han vuelto a centrarse en Kate Middleton.
La mujer del príncipe Guillermo ha dado un ejemplo de elegancia y sofisticación fuera de los normal. El impecable vestido blazer blanco de Alexander McQueen que lució durante el Trooping the Colour no pasó desapercibido para nadie y ahora eclipsado otra vez. Kate Middleton ha vuelto a dictar tendencia con una nueva elección estilística de lo más acertada y favorecedora.
Esta vez, la duquesa de Cambridge ha optado por meterle color a su outfit y el amarillo palo se ha convertido en su mejor opción, tanto para el vestido como para el tocado que ha estrenado en una cita tan importante como esta. Kate Middleton ha acertado y se ha impuesto como una de las mejor vestidas. Un impresionante diseño con el que ha ganado el duelo a Meghan Markle. La mujer de Harry se ha decantado con un sobrio traje en color gris perla y pamela a juego con el que ha pasado desapercibida, a diferencia de su cuñada.
Aunque muchos consideran que este tono da mala suerte, la realidad es que es un 'must' para este tipo de eventos y una opción muy seguida por las féminas de la familia. Está confeccionado por la neozelandesa Emilia Wickstead, una diseñadora en la que las 'royal' han depositado su confianza en más de una ocasión. Además, es el color favorito de la reina Isabel y Kate ha querido hacerle un guiño muy especial por su gran día.
El vestido de cuello a la caja, corte lágrima, largo midi, discreto escote y bandas cruzadas en la zona de la cintura, han provocado que Kate se vea más estilizada. Sin olvidarnos del tocado floral que ha hecho aún más especial este outfit.