Kate Middleton eclipsa con su romántico vestido rosa e impresionantes bordados en la boda de Hussein de Jordania

Kate Middleton se ha coronado como una de las invitadas mejor vestidas gracias a un impresionante vestido rosa empolvado plagado de bordados

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Kate Middleton y Guillermo

Kate Middleton (41 años) era una de las invitadas más esperadas a la boda real del príncipe Hussein de Jordania con la arquitecta Rawja Al Said. Los príncipes de Gales aterrizaban en Amman este miércoles, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos podido ver al matrimonio en todo su esplendor. 

Un mes después de deleitarnos con un vestido para la historia en la coronación de Carlos III, Kate Middleton lo ha vuelto a hacer. Siguiendo el férreo protocolo estilístico que marcaba la casa real hachemita (sin nada de tiaras ni grandes ostentaciones), la princesa de Gales ha brillado como solo ella sabe hacerlo. 

Para la ocasión, se ha decantado por un precioso vestido de alta costura de Elie Saab con el que ha confirmado por qué es una de las royals mejor vestidas del mundo. Kate estaba sencillamente preciosa con un diseño de inspiración romántica en color rosa empolvado, falda de vuelo, cuello alzado y cuerpo repleto de originales bordados al tono al que no nos tiene nada acostumbrados, pero la ocasión lo merecía. 

Kate Middleton y el príncipe Guillermo
Gtres

Aunque el diseño pertenece a la colección otoño/invierno de 2017, esta es la primera vez que se lo vemos a la princesa de Gales. Al margen de los bordados y la elegancia con la que lo ha defendido, merece la pena destacar las mangas plisadas con acabado acampanado. 

Con respecto a los complementos, Kate optaba por unos salones dorados a juego con un clutch rígido que se mimetizaba con el vestido, el gran protagonista del look. La princesa de Gales peinaba su melena hacia un lado con unas marcadas ondas, lo que nos permitía ver con detalle los maxipendientes de brillantes que ponían la guinda a su look de invitada perfecto.

Kate Middleton y Guillermo retrasan la organización de la boda

Los príncipes de Gales han inaugurado la lista de royals que accedían a palacio antes de la llegada de los novios. A su entrada eran recibidos por Rania y Abdalá y aunque el tiempo estaba muy marcado, Kate y Guillermo han aprovechado la oportunidad para charlar unos minutos con los monarcas, lo que ha retrasado la entrada del resto de invitados. 

Tal y como hemos podido ver gracias a la emisión en directo de la televisión pública del país, entre Kate y Rania hay una gran complicidad. Tanto ha afectado a la organización del acto, que solo unos minutos después Máxima y Guillermo de Holanda se juntaban en el saludo con Felipe de Bélgica y su hija Elisabeth, un momento algo incómodo que ha llevado a los monarcas a despachar a sus invitados a toda prisa.

Kate y Guillermo

Aunque Kate Middleton lleva más de una década como miembro de la familia real británica resulta llamativo que esta haya sido la primera vez que asiste a una boda real en representación a la corona, un estreno por la puerta grande. 

Los lazos familiares que unen a Kate Middleton con Jordania 

Aunque no todos lo conocen, Kate Middleton tiene un vínculo muy especial con Jordania. Durante su infancia, el trabajo de su padre la llevó a ella y sus hermanos a vivir en el país hachemita, una etapa de la que guarda recuerdos muy bonitos. Además, hace poco más de un año, la princesa de Gales volvía al que fue mi hogar junto a sus tres hijos: George, Charlotte y Louis, un viaje privado del que no trascendió nada al margen de una imagen que compartió la casa real británica para Navidad.

De Máxima de Holanda a Victoria de Suecia: el desfile de royals en Jordania

Como toda boda real que se precie, el enlace ha contado entre sus cientos de invitados con una gran representación de las diferentes casas reales de toda Europa. Al margen de Kate, quien acaparaba buena parte del protagonismo, merece la pena destacar la presencia de Máxima y Guillermo de Holanda, Victoria y Daniel de Suecia, Federico y Mary de Dinamarca, así como la princesa Elisabeth de Bélgica, quien también se ha estrenado en una boda real ante la ausencia de su madre.

Todos ellos han sido recibidos personalmente a las puertas del palacio de Zahran por los reyes Rania y Abdalá de Jordania, anfitriones de lujo para la gran boda real del año.