Kate Middleton se ha convertido en la auténtica protagonista durante la celebración del Día del Armisticio, después de que la reina Isabel II tuviera que suspender su participación en el acto tras haber sufrido un esguince en la espalda. Kate Middleton siguió la ceremonia desde el balcón del ministerio de Asuntos Exteriores, en compañía de Camilla Parker, duquesa de Cornualles, Sophia de Wessex, esposa del príncipe Eduardo.
En un momento de la ceremonia, Kate no pudo evitar la emoción y sus ojos se empañaron de lágrimas. El acto conmemora el fin de la Primera Guerra Mundial y es un emotivo homenaje a las víctimas y a sus familias. Este acto se le conoce también como 'el día de las amapolas' en honor a las flores que brotaron tras el fin de la guerra. Según la revista Hello, Kate Middleton llevó tres amapolas en su solapa en recuerdo a tres hermanos de su bisabuela que fallecieron en la guerra europea.
Kate Middleton, junto a la duquesa de Cornualles y la condesa de Wessex.
El príncipe de Gales, en representación de la reina, y su hijo, el príncipe Guillermo, colocaron sendas coronas de amapolas rojas en el Cenotafio situado en el Whitehall londinense, muy cerca de Downing St, residencia del primer ministro. Carlos de Inglaterra celebraba, además, su 73 cumpleaños, esto es, lleva casi 70 años –desde que su madre, Isabel, ascendió al trono en 1958– cuando fue proclamado príncipe de Gales y heredero al trono de Inglaterra.
El príncipe Guillermo colocó una corona de amapolas rojas en homenaje a los caídos.
Además de la ofrenda de flores, en el acto se guardaron dos minutos de silencio, se cantó el himno nacional, y hubo un desfile en el que participaron más de 10.000 veteranos. Este año, tras la pandemia, la ceremonia volvió a contar con público en directo.
El Cenotafio, monumento a los caídos, se encuentra situado en el Whitehall de Londres, delante del ministerio de Asuntos Exteriores y muy cerca de Downing St.