Uno de los instantes más ostentosos de la familia real británica es el de la coronación de sus miembros. En el caso de la monarquía británica, cuando un miembro de la realeza sube al trono hay dos coronaciones, una para el rey y otra para el consorte. Y una de las que todavía no se ha llevado a cabo pero que más se comenta es la de Kate Middleton. Llegará el día en el que la duquesa de Cambridge tenga su propia ceremonia de coronación como reina consorte. Existe la posibilidad de que antes tenga lugar la de Camilla Parker Bowles teniendo en cuenta que Carlos de Inglaterra es el primero en la línea de sucesión al trono. Pero de momento esta pasa completamente desapercibida. Si algo caracteriza a este tipo de ceremonias es que el lujo está muy presente, y desde medios británicos como el 'Evening Standard' ya comentan que uno de los elementos más lujosos de la coronación de Kate podría ser de lo más polémico.
Aunque las ceremonias en las que se corona a los consortes no son tan ostentosas como las de los reyes y reinas, hay detalles que sí que reflejan ese poder que les otorga estar al lado de la persona que ocupa el trono. Y uno de los elementos que mejor lo muestran es la corona con la que Kate podría ser nombrada reina consorte de Inglaterra. Hasta el momento otras consortes como la Reina Madre, María de Teck o Alejandra de Dinamarca han contado con coronas realizadas exclusivamente para ellas. Esto también podría suceder en los casos de Camilla y Kate, pero todo apunta a que no será así teniendo en cuenta que desde la familia real británica, y en especial la duquesa de Cambridge, abogan por no gastar excesivo dinero en estas cuestiones.
Un planteamiento que cobra todavía más sentido si Camilla nunca llegara a ese título y se quedara en el de princesa consorte. Que una tuviera su propia corona y la otra no, es una diferencia que los Windsor prefieren evitar. Por todo esto no sería de extrañar que Kate reutilizara la corona que en su día llevó la Reina Madre, bisabuela de su marido Guillermo de Inglaterra. Una pieza que no está exenta de polémica.
La corona en cuestión actualmente está expuesta en la Torre de Londres y cuenta con un diamante que incluso se ha llegado a denominar como maldito. La exclusiva pieza está elaborada con casi tres mil diamantes y en el centro destaca el Koh-i-Noor. Es un diamante de ciento cinco kilates que está entre los más grandes del mundo y que en su día se extrajo en India. Fue un regalo que le hicieron a la reina Victoria pero desde el país en el que se extrajo lo han reclamado en numerosas ocasiones porque consideran que se llevó a Reino Unido de forma ilegal. Incluso cuando algún miembro de la familia real británica ha viajado al país de origen, hay quien se lo ha reclamado. Por si esto no fuera suficiente, sobre el diamante hay una maldición: “Quien posea este diamante dominará el mundo, pero también conocerá todas sus desgracias. Solo Dios, o una mujer, pueden llevarlo con impunidad”.