Este lunes, los Reyes de España han presidido la entrega de los Premios Nacionales de Investigación 2019, unos galardones que reconocen a los científicos españoles de relevancia internacional por su importante trabajo. Este podría haber sido un acto institucional cualquiera si entre los asistentes a dicho evento no hubiese estado Jaime de Marichalar.
El exmarido de la infanta Elena llegaba al Palacio de El Pardo haciendo gala de su elegancia y el saber estar que le caracteriza luciendo un traje azul y camisa a rayas. Para los que muchos puedan pensar, su presencia estaba más que justificada. Jaime estaba invitado por la amistad que le une a Valentín Fuster, su cardiólogo de confianza desde que sufrió un ictus en diciembre de 2001 y uno de los premiados de la jornada.
Aunque nunca se ha ocultado la relación cordial que existe entre la familia real y el ex duque de Lugo a pesar de llevar más de 10 años lejos de la familia real, lamentablemente, nos hemos quedado con las ganas de ver una instantánea entre ellos. Los que fueran cuñados han estado físicamente distantes y en ningún momento se han dirigido la palabra, al menos de cara a las cámaras.
Una vida alejada de la presión mediática
Desde que se separase definitivamente de la infanta Elena, la vida de Jaime de Marichalar, de 56 años, se ha centrado en su recuperación personal, el cuidado de sus dos hijos, además, de estar al tanto de sus negocios y compromisos sociales y profesionales. Actualmente reside en un impresionante tríplex de 735 metros cuadrados situado en la milla de oro de la capital y es habitual verle asistir cada mañana a un gimnasio cercano a su casa.