El 19 de noviembre de cada año siempre es un día muy especial para los Grimaldi. El Día Nacional de Mónaco se vive con gran intensidad en el Principado y esta vez, con la presencia de Charlene, todo ha salido a pedir de boca. La princesa ha reaparecido en uno de los actos más relevantes de la Casa Real monegasca después de su ausencia en 2021 debido a la infección otorrinolaringológica (nariz, oídos y garganta) por la que no pudo salir de Sudáfrica en seis meses. Fue una etapa muy complicada de sobrellevar pero volver a Palacio, retomar su agenda como primera dama, volcarse en sus causas solidarias y estar cerca de los suyos, es lo que más necesitaba la exnadadora.
Con un impecable look bicolor, una pamela negra, guantes de cuero y broche joya, la princesa Charlene se ha convertido en el centro de atención. Sin embargo, sus hijos Jacques y Gabriella han conseguido meterse a todos los presentes en el bolsillo con su simpatía innata.
Jacques y Gabriella, a punto de cumplir 8 años, han sido, son y serán la máxima debilidad de la princesa Charlene y Alberto de Mónaco. En cuestión de meses, los mellizos han crecido a pasos agigantados y en cada acto público demuestran una madurez y un comportamiento impecable que enamora a más de uno. Eso sí, siguen siendo los más rebeldes de Palacio. Tan solo hay que ver la última travesura de Gabriella que Charlene compartió en redes sociales: la pequeña, tijera en mano, se cortó el pelo, ¡y a su hermano también!
Simpáticos, risueños y muy concienciados con el protocolo que deben seguir, Jacques y Gabriella han sorprendido a todo el mundo con la actitud que han demostrado. Además, no han dejado de compartir confidencias con sus padres y el hijo de Charlene ha dejado claro que es el mejor sucesor que el príncipe Alberto puede tener. El pequeño, vestido con el uniforme oficial del ejército, ha copiado a su padre cada movimiento y cada gesto que ha tenido durante la velada. Y atención porque el resto de 'mini Grimaldis' también se han convertido en el centro de todas las miradas.
La nueva generación Grimaldi viene pisando muy fuerte
Charlene y Alberto no han estado solos. Es la primera vez desde el año 2016 que la familia Grimaldi se reúne y, por fin, hemos podido observar cómo los más pequeños de Palacio han ido ganando protagonismo en actos de gran envergadura. Carolina, mano derecha de Alberto de Mónaco, ha querido brindarle su apoyo incondicional a su hermano y a su cuñada y ha estado arropada por sus hijos y nietos. Carlota Casiraghi no se ha querido perder esta cita tan señalada y ha acudido junto a su actual pareja Dimitri Rassam, quien ha dado un importante paso al frente ya que es el primer Día Nacional de Mónaco que vive con la realeza. Y no han estado solos, Balthazar, su hijo en común, no se ha separado ni un segundo de su lado, al igual que Raphael, fruto de la relación de Carlota con Gad Elmaleh.
Andrea Casiraghi, su mujer Tatiana Santo Domingo y sus tres hijos (Sasha, India y Maximiliam) también han hecho acto de presencia en el balcón más famoso de Mónaco. Al igual que Pierre y Beatrice Borromeo con sus retoños Stephano y Francesco. Incluso Alejandra de Hannover, la hija más pequeña de Carolina de Mónaco, ha hecho acto de presencia y lo ha hecho en solitario, sin Ben-Sylvester Strautmann a su lado.
Estefanía de Mónaco, que recientemente se enteraba del trágico fallecimiento de su expareja, el empresario Mario Oliver Jutard, tampoco ha dejado indiferente a nadie con su presencia. A diferencia de su hermana Carolina, Estefanía siempre se ha mantenido en un discreto segundo plano y para ella sus tres hijos han sido y serán su pilar más importante: Louis y Pauline Ducret, y Camille Gottlieb han estado muy pendiente de su madre en todo momento.
Por el momento, la hermana del príncipe Alberto no es abuela a pesar de que Louis celebró una romántica boda en el 2019 con Marie Chevellier.