Como en sus mejores tiempos... El Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco ha reunido sobre la pista a buena parte de la familia Grimaldi. Una estampa familiar muy esperada en la que los más pequeños han acaparado todo el protagonismo. Charlene y Alberto reaparecían en la jornada de entrenamientos como si de una cita romántica se tratara, zanjando a través de sus gestos los enésimos rumores de separación entre ellos.

Ante la ausencia de Carolina y Estefanía de Mónaco, ha sido algunos de sus hijos los que han aprovechado su posición para vivir el campeonato desde un lugar privilegiado. Andrea, Carlota y Pierre Casiraghi reaparecían luciendo la mejor de sus sonrisas junto a sus hijos. Tampoco faltó Alexandra de Hannover con su novio o Camille Gottlieb.