La monarquía británica ha vivido este martes 11 de mayo un día clave. La reina Isabel II ha reaparecido en público tras el funeral de su marido, el duque de Edimburgo, para inaugurar el parlamento británico. En la que es una de las ceremonias más tradicionales y arraigadas de Reino Unido, la monarca se ha encargado de pronunciar el discurso de apertura, escrito previamente por el Gobierno. Un acto que no solo ha estado marcado por las normas sanitarias por la crisis del coronavirus, sino también por la triste pérdida del príncipe Felipe hace poco más de un mes.
Isabel II ha dejado atrás las paredes del castillo de Windsor por primera vez desde la muerte del duque de Edimburgo, por lo que no han faltado los detalles de la monarca hacia su difunto marido. Entre ellos, ha llamado la atención que la reina se haya sentado sola después de que se retirara el trono que correspondía al príncipe Felipe y que durante años estuvo junto a la soberana. Un sitio en el que, tras su retirada de la vida pública, se había sentado el príncipe Carlos.
Sin embargo, en esta ocasión tanto el príncipe Carlos como su mujer, Camilla de Cornualles, han ocupado unas de las llamadas sillas de Estado, a cierta distancia de la reina Isabel II. Así, al igual que ocurriera durante el funeral del duque de Edimburgo, la monarca se ha sentado completamente sola.
Un acto en el que el príncipe Carlos ha tenido un papel fundamental. Isabel II se ha apoyado en él para recorrer el pasillo de la Cámara de los Lores. Tampoco ha faltado la corona imperial del Estado que, como viene siendo habitual, la reina no lució, sino que estaba colocada cerca del trono. La última vez que la reina la llevó en público fue en el 2015, desde entonces, la ha sustituido por un gorro debido a su peso, más de dos kilos, que impiden que se pueda mover con soltura.
En su lugar, Isabel II ha lucido un sombrero color malva a juego con su vestido y chaqueta. Como joyas, un collar de perlas y unos pendientes regalo de sus padres, según ha señalado la revista Hello!. Un estilismo que ha completado sus inseparables bolso y zapatos negros, así como los guantes blancos.