La reina de Inglaterra por fin está en Balmoral. Isabel II llevaba desde marzo en su residencia de Windsor. Allí se trasladó desde Buckingham Palace para pasar el confinamiento junto a su marido Felipe de Edimburgo. En aquel momento prefirió dejar su residencia oficial para marcharse a un lugar mucho más tranquilo y seguro desde el punto de vista sanitario. Ahora, más de cuatro meses después, el matrimonio por fin ha abandonado Windsor para poner rumbo a Balmoral. Pese a la situación tan delicada provocada por la pandemia, la soberana británica no ha querido perder la tradición de pasar el verano en su mansión escocesa. La monarca ha llegado hasta allí junto a su marido, que se ha convertido en el protagonista del momento debido a su aspecto.
La imagen de Felipe de Edimburgo en el coche que le ha trasladado junto a su mujer al castillo de Balmoral tras bajar del avión ha impactado mucho por el aspecto desmejorado que presenta. Tan solo hay que ver su rostro, en especial la zona de sus ojos, para comprobar que no pasa por su mejor momento físico. Fue en Navidad cuando el padre de Carlos de Inglaterra tuvo que ingresar en el hospital tras un susto de salud. Pero después de esto se recuperó y continuó con su vida de retiro. En las últimas semanas le hemos podido ver participando en una ceremonia en el castillo de Windsor y en la boda de su nieta Beatriz de York, instantes en el que no tenía el aspecto de ahora.
Lo que está claro es que a sus 99 años sigue con energía para viajar y pasar el verano junto a su mujer. Ahora habrá que esperar para ver si algún miembro de la familia real británica se traslada en estas semanas hasta allí para pasar unos días con ellos. La tradición marca que tanto Carlos y Camilla como Kate y Guillermo viajan hasta Escocia para disfrutar del verano con Isabel II, algo que en los próximos días podría ocurrir.