Isabel II, el gran apoyo de su hijo Andrés de York en su momento más difícil

El duque de York es el ojito de la reina de Inglaterra y en estos días difíciles ha viajado a Balmoral para estar junto a ella

Isabel II tiene cuatro hijos. Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. Siempre se ha dicho que entre ellos hay un favorito. Y no, no es Carlos de Inglaterra por mucho que él sea el heredero al trono. El ojito derecho de la reina de Inglaterra es Andrés, algo que en los últimos días la monarca ha vuelto a demostrar.

La reina continúa de vacaciones en Balmoral y allí ha recibido la visita de su hijo. Isabel II no ha dudado en salir junto a Andrés del castillo escocés y ha permitido que les tomen fotografías mientras iban juntos en el coche. Una forma de que todo el mundo vea que ante los complicados momentos que está pasando su hijo, ella está a su lado.

A lo largo de los años el duque de York ha protagonizado varias polémicas. Su divorcio de Sarah Ferguson y su buena relación posterior, sus amistades poco recomendables o su mal carácter y malas contestaciones son algunos de los conflictos que siempre le rodean. Polémicas en las que siempre ha estado apoyado por su madre.

El último tema en el que se ha visto envuelto es en la relación de amistad que tenía con Jeffrey Epstein, el millonario que estaba en prisión a la espera de juicio y se suicidó en agosto. Un hecho que salpicó al príncipe Andrés ya que habría documentos que demostrarían que él sabía algunos de los actos que llevó a cabo Epstein. Algo que el padre de Eugenia y Beatriz de York negó en un comunicado.

Pese al comunicado emitido el duque de York ha recibido numerosas críticas. Desde hace unas semanas no ha acudido a ningún acto público para intentar que todo lo relativo a este tema se calme. Pero esto no le ha impedido salir de su casa y viajar a Balmoral para buscar refugio en su madre.

Justo después de estallar la polémica también estuvo allí, aquella vez junto a Sarah Ferguson. La reina Isabel II también apoya a su hijo en su reconciliación con la madre de sus hijas. Tanto es así que permitió que los dos pasaran unos días con ella en su residencia veraniega.