Con un carácter muy parecido al de su madre, pero también muy unida a su padre, Irene Urdangarin comienza a destacar en sus escasas apariciones públicas.
Inteligente, guapa y con una elegancia innata, la benjamina de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin tiene todas las papeletas para convertirse en todo un icono de estilo entre los jóvenes de su generación.
Debido a su discreto modo de vida, mucho más alejada de las cámaras que sus primas Leonor y Sofía, o Victoria Federica, Irene suele pasar desapercibida a lo largo del año. Sin embargo, sus últimas apariciones han dado mucho -y muy bueno- que hablar sobre ella.
Convertida en el mejor apoyo de su madre en los momentos más duros para su familia, Irene se ha mostrado siempre sonriente y ajena a las críticas. Hace unas semanas, protagonizó una tarde de shopping con su prima Victoria Federica, con quien se rumorea que se lleva a las mil maravillas. Confidentes y amigas, las dos jóvenes aprovecharon su coincidencia en la capital para compartir una jornada de risas y mucha complicidad.
Fue precisamente la visita a su abuelo en el hospital la razón por la que ambas primas coincidieron en Madrid. Tras la delicada operación de corazón de don Juan Carlos, Cristina de Borbón y sus hijos -exceptuando a Pablo Nicolás- visitaron al rey emérito en una cita que dio mucho que hablar. Entre otras cosas, se destacó el looksport-chic de la pequeña Irene, además de su belleza y su saber estar.
La joven, de melena rubia, ojos azules y carita angelical, optó por un pantalón capri holgado, camisa blanca oversize y cinturón trenzado de estilo boho. Una apuesta segura en la que demostraba que es capaz de rendirse a las tendencias sin estridencias ni ostentación. También llamaron la atención sus accesorios, entre los que destaca una pulsera con la bandera de España.
No cabe duda de que a sus 14 años la pequeña Irene se ha convertido en un icono a destacar. Su delicada situación familiar, ahora viviendo en Ginebra con su madre y hermanos, ha provocado que durante años ella y sus hermanos hayan desaparecido de los focos de información. Sin embargo, parece que poco a poco los Urdangarin vuelven a dar que hablar, y esperemos que sea con hazañas y aspectos positivos protagonizados por los cuatro hermanos.
Con el verano ya tocando a su fin tras su paso por la capital, Irene ha vuelto a las aulas de la elitista l'Ecole Internationale de Ginebra, donde el curso escolar comenzó el pasado 2 de septiembre. Se trata de uno de los colegios más prestigiosos y caros de la zona, donde el curso supone un desembolso de 30.000 euros por alumno y por año.