Han sido los grandes protagonistas del día. Tres de los hijos de la infanta Cristina viajaban hasta Atenas para acompañar a su madre, a su tía Elena y a su abuela, la reina Sofía, en la boda de Teodora de Grecia. Irene, Miguel y Juan eran los encargados de llevar el peso de la aparición en la Catedral Metropolitana de la capital. Los hijos de la infanta ayudaban a su abuela a subir las escaleras de la iglesia mientras su madre y su tía saludaban a los presentes.
El público congregado a las puertas de la Catedral ovacionaba a la reina emérita a su llegada. Se podían escuchar gritos de 'Sofía, Sofía' mientras esta organizaba a su familia. Era la propia hermana de Constantino de Grecia la que hacía detener a sus hijas y nietos para posar ante las cámaras. La reina estaba muy emocionada. No solo es una gran ocasión la de volver a Atenas para una boda de la Familia Real, sino también un lugar cargado de recuerdos. En la Catedral Metropolitana se despidió de su hermano Constantino y formalizó su relación con el rey Juan Carlos.
La sorpresa ha sido la aparición de Juan Urdangarin. Mientras que sus hermanos Miguel e Irene ya acudían a la preboda celebrada este pasado viernes, el hijo mayor de la infanta Cristina aparecía directamente en la misa. Juan se encuentra residiendo en Reino Unido desde donde debe haber viajado hasta Grecia. Su madre, la infanta Cristina, se asía a su brazo para recorrer los metros que separaban el vehículo de la puerta de la Catedral.
Una llamativa ausencia entre los Urdangarin
Tan solo uno de los hijos de la infanta Cristina no viajaba Grecia para asistir a la boda. Se trata de Pablo Urdangarin. El hijo deportista de la infanta es quien tiene, actualmente, más compromisos y obligaciones que le impiden acompañar a su familia. Es ya habitual que no aparezca en las reuniones familiares. Pablo es el único que ha seguido los pasos de su padre en el deporte y actualmente pasa por un momento muy dulce. Sus aspiraciones son acudir a los Juegos Olímpicos y esto es complicado de combinar con la vida de una Familia Real.
Irene, Miguel y Juan sí se encontraban junto a su madre. La hija de la infanta Cristina acaba de comenzar su etapa de estudiante universitaria en Reino Unidos. Juan se encuentra trabajando en una firma en Londres desde hace un año. Miguel, por su parte, pasa por un instante de incertidumbre. El hijo de la infanta volvía a Madrid tras sufrir un accidente que truncaba su sueño de ser monitor de esquí. Ahora reside con su abuela, la reina Sofía, mientras medita sobre su futuro.
La relación de la infanta Cristina con sus hijos parece que pasa por un buen momento. Todos acudían gasta Grecia para asistir a una boda muy cercana. La infanta y su prima Alexia de Grecia son íntimas. También los hijos de ambas. Todos se encontraban después de meses de haber despedido a Constantino de Grecia tras su repentina muerte.
Ni rastro de los hijos de la infanta Elena
A diferencia de los Urdangarin, los Marichalar no se encontraban en Grecia. Ni Froilán ni Victoria Federica han acompañado a su madre a la boda de Teodora. La infanta Elena acudía en solitario junto a su madre, su tía Irene, su hermana y sus sobrinos. Con un toque siempre muy patrio en sus elecciones estilísticas, la infanta no parecía echar de menos a los suyos. Es habitual también que tanto Froilán, que reside en Abu Dabi, como su hija Victoria ya no viajen con su madre.
La presencia de la infanta Elena estaba más que confirmada para esta boda. Fue, de hecho, quien acompañó a la reina Sofía en la anterior boda de Philippos, también en Atenas. La relación que siempre han mantenido tanto las hijas como Felipe con la familia materna ha sido cercana y llena de cariño y complicidad. Tan solo la reina Letizia ha protagonizado conflictos con la rama griega. Una guerra mediática que libró fundamentalmente con Marie-Chantal.
Ahora, ya en otra fase, la reina Sofía se rodeaba de parte de sus nietos para vivir uno de los días más especiales. La emérita se ha volcado para ayudar a su cuñada, Ana María, madre de la novia, en los preparativos. Quería que todo saliese a pedir de boca y lo han conseguido. Tanto que incluso el pueblo griego ha aclamado la llegada de la hija de los reyes Pablo y Federica de Grecia.
La ocasión perdida para Irene y Miguel Urdangarin
Hubiese sido una ocasión perfecta pero no ha ocurrido. Irene Urdangarin y su hermano Miguel llegaban a la boda de Teodora de Grecia sin sus respectivas parejas. Mientras que Juan, el mayor, sigue soltero, los hijos pequeños de la infanta ha comenzado ya sus relaciones sentimentales a ojos de todos. Evitan posados oficiales y reuniones familiares en las que habrá presencia de cámaras pero tener, las tienen. En el caso de Irene, de hecho, se trata de un personaje más que mediático. Juan Urquijo, hermano de Teresa y cuñado del alcalde Madrid, mantiene un romance con la benjamina de los Urdangarin desde hace meses.
Miguel, por su parte, ya se ha dejado ver con su novia Olympia. La infanta Cristina ha compartido planes tanto con la pareja de Irene como con la de Miguel. Aunque, por el momento, no hay planes de unirles a la familia. Lo mismo ha ocurrido cuando han sido Froilán o Victoria Federica los que han tenido pareja formal. La Familia del Rey no abre sus puertas hasta que no llega un acto formal y un paso al frente. Ni siquiera en la boda de Teresa Urquijo y José Luis Martínez Almeida podíamos ver a Irene con su novio Juan.Y eso que era el hermano de la novia.