Apenas quedan 48 horas para que Asturias viva una de sus noches más especiales del año: la entrega de los premios Princesa de Asturias. Mientras Oviedo se pone a punto, los invitados a la ceremonia van llegando a la ciudad. Entre ellos, destaca uno muy especial, el ahijado del rey, Felipe López Sánchez.
Lejos de la realeza y aristocracia, el joven nació en 1990 en la aldea asturiana San Esteban de Cuñaba. Situada en los Picos de Europa, ese año se convirtió en el primero en recibir el galardón de Pueblo Ejemplar. Un evento que se junto con otro muy especial, el nacimiento de un bebé por primera vez en 20 años.
La llegada del príncipe hizo que la fundación de los premios le propusiera ser el padrino del niño que iba a nacer, algo que el entonces príncipe acepto. Desde entonces, la relación entre ambos ha sido más que cordial y mantienen un contacto telefónico periódico.
El joven, además, acude cada octubre a la gala de los premios y a la entrega del Pueblo Ejemplar. La visita del Rey a Asturias también sirve para que Felipe López y su padrino tengan un encuentro al que acuden los padres de este y la Reina Letizia. Este año, además, se unirán Leonor y Sofía, a las que el ahijado conoció cuando todavía eran pequeñas.
En esta ocasión, además, López estará en uno de los momentos más importantes que la familia real española ha vivido en los últimos años: el debut de la Princesa Leonor como maestra de ceremonias en los premios que llevan su nombre. Un momento para el que contará con el apoyo de todo el consistorio, incluido el ahijado de su padre.