A comienzos del mes de junio Joaquín y Marie de Dinamarca anunciaban su permanencia en París. Lo hacían a través del Ministerio de Defensa para el que el hijo menor de la reina Margarita trabajará durante los próximos tres años, un puesto que podría prorrogar una vez acabado el plazo.
Tras haberse graduado con éxito en la escuela militar donde había realizado un curso de alto nivel, el hermano del príncipe Federico no ha dudado en aceptar este reto profesional que probablemente estaba buscando. ¿Las razones? Desde los "celos" entre hermanos hasta las ganas de su esposa Marie de permanecer en la que es su ciudad natal, dos motivos que ni gustan ni convencen a la Casa Real.
La polémica ha pasado de la Corona a los ciudadanos, llegando hasta el Parlamento danés debido a la asignación que recibe al año por su papel institucional. Por ley, en Dinamarca el príncipe debería dejar de cobrar esta cuantía al trasladarse a vivir o estudiar al extranjero. Sin embargo, han sido 79 los diputados que han votado a favor de que la siga recibiendo, por solo 16 votos en contra, todos del partido llamado Lista de la Unidad.
Sin embargo, esta paga no resultará gratuita ni para Joaquín ni para Marie. Entre algunas de las condiciones, el príncipe debe mantener su trabajo en la Embajada de Dinamarca en París, donde estará su oficina como agregado del Ministerio de Defensa, una especie de enlace entre los ejércitos de ambos estados. A ello se le suma la necesidad de continuar cumpliendo con sus deberes y compromisos para con la Corona, algo que no le resultará sencillo tanto por la distancia como por el reducido tiempo libre del que ahora dispondrá. Marie, por su parte, debería acompañar a su esposo en este tipo de actos.
Pero la polémica no terminaba aquí. El mismo partido político que votaba para que Joaquín dejara de percibir su sueldo por parte del Estado de Dinamarca, ha puesto en duda el proceso que había pasado el príncipe para su contratación, dejando en el aire si podría haber recibido un trato de favor para que mantuviera su casa en Francia a la vez que su sueldo procedente de las arcas danesas. Por el momento, desde la Casa Real se han mantenido al margen, dejando que sea el Parlamento el que determine las condiciones finales para el hijo de la reina Margarita y su familia.