El infierno que Beatriz de York ha sufrido durante el embarazo: "La incertidumbre te deja con un miedo abrumador"

Beatriz de York, ha dio a luz a su hija Athena en pasado enero de forma prematura, ha confesado el infierno que vivió durante el embarazo

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Beatriz de York
Getty

El pasado enero Beatriz de York (36 años) dio la bienvenida a su segundo hijo con Edoardo Mapelli Mozzi y eligió tres nombres que hacían sin duda un homenaje a la fallecida reina Isabel. La hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson no anunció hasta días después la buena nueva a través de un comunicado pero en ese momento contó que la pequeña nació con un peso de 4 libras y 5 onzas (más o menos unos dos kilos). Un parto prematuro que finalmente no tuyo mayores complicaciones. 

Lo que nadie esperaba es que tan solo dos meses después de haber dado a luz la princesa se abriera en canal en las páginas de 'Vogue' en Reino Unido. Una simple entrevista, sino un artículo que ha escrito ella misma sobre el infierno que ha vivido durante el embarazo. Una información a la que no estamos acostumbrados porque la casa real británica suele ir de la mano de un gran hermetismo en cuanto a los temas más íntimos se refiere. 

"Nada te prepara para el momento en que te das cuenta de que tu bebé va a llegar antes de tiempo. Hay muy poco control. ¿Llegará sano? ¿Habrá complicaciones? ¿Cómo compaginarás el resto de la vida familiar mientras intentas mantener a un pequeño ser humano sano y salvo?", se pregunta Beatriz en el citado medio. "Sabes que cuando llegue los médicos y las parteras estarán ahí, haciendo todo lo posible para que supere esos primeros días tan difíciles. Pero no tienes ni idea de cómo se desarrollarán las cosas ni de qué pasará después. La incertidumbre te deja con un miedo abrumador a lo desconocido", explica. 

Beatriz cuenta entre sus líneas que aprendió mucho durante el embarazo pero que no fue un proceso fácil porque tuvo demasiadas preguntas danzando por su cabeza. "Tras las ecografías de rutina nos dimos cuenta de que nuestro preciado bebé necesitaba un seguimiento cercano y comprendimos que debíamos prepararnos para una llegada temprana. Lo que aprendí en este proceso ha sido una lección de humildad: comprender mucho más sobre nuestros extraordinarios cuerpos humanos, pero también sobre todo lo que desconocemos", dice. 

La princesa, que además podría no estar pasando por uno de sus mejores momentos con su marido según dice la prensa británica, también relata en este texto que cree que en muchos sentidos y durante mucho tiempo la salud femenina ha estado relegada a un segundo plano. Y es que Beatriz se ha dado cuenta de que por mucho que planifiques el embarazo a veces la vida tienes otros planes como que haya un parto prematuro. Eso sí, la hija de Ferguson cuenta que por suerte la tecnología está en constante evolución y eso hace que haya mayor comprensión de todo. 

Beatriz se describe como una "optimista tecnológica" y por ello ha buscado siempre mayores herramientas y comprensión sobre todo este proceso. Pero esto a veces no es suficiente.  "Con esta experiencia en mente y siguiendo mi propia experiencia con el embarazo, me he convertido en una madre primeriza apasionada que quiere trabajar para encontrar respuestas para las mujeres de todo el mundo", explica la princesa, que quiere ayudar a otras mujeres que pasen por la misma situación. 

Consciente de que es una mujer privilegiada porque no todas cuentan con los medios que ella ha tenido durante todo el proceso, Beatriz expresa que lo que sí tienen en común con todas ellas es que sus alegrías y miedos durante el embarazo son las mismas. "Como innumerables futuras mamás estuve despierta durante las semanas previas al parto, intentando controlar cada movimiento del bebé en mi barriga y preguntándome mil veces: '¿Y si pasa esto o aquello?'", escribe. 

Beatriz y Athena

Beatriz de York narra su infierno durante el embarazo. 

Instagram @edomapellimozzi

 

"Athena llegó sana unas semanas antes de la fecha prevista. Era tan pequeñita que tardé varias semanas en secarme las lágrimas de alivio y en sentir que la vida con nuestra bebé sana era real. Sus pies eran diminutos, casi del mismo tamaño que las patas de uno de los conejitos de peluche de mi hija mayor. Me alegra enormemente informarles de que ella se encuentra muy bien", relata sobre la pequeña. 

"Tengo algunas respuestas más sobre lo sucedido, pero aún no tengo una explicación precisa. Al recordar esos meses de profunda preocupación, me llena de determinación que se puede hacer más para ayudar a otras personas a encontrar respuestas a las cuestiones sobre las complicaciones que pueden provocar un parto prematuro; dudas que marcaron mis días (y mis noches) durante el embarazo", expresa la princesa, quien se ha propuesto aprender todo lo posible en este tiempo para proporcionar ayuda a todas aquellas que lo necesiten.