“La infanta Elena está incondicionalmente al lado de su padre, haga lo que haga”. Habla Pilar Eyre. La periodista desgranaba la relación entre el rey emérito y su hija mayor hace ya cuatro años en las páginas de la revista Lecturas. “Con su madre nunca ha sentido afinidad”, apuntaba. “Además, Sofía siempre ha sido muy fría con sus hijas”. Era aquello un germen del que hemos visto su crecimiento en los últimos tiempos. Mientras la infanta Elena se desvivía por el bienestar de su padre, era la infanta Cristina la que estaba pendiente de su madre. La separación de hecho de los reyes eméritos hacía que sus hijas se viesen volcadas también a tomar partido. Y no ha sido difícil prever hacia donde viraría cada una.
Era la infanta Cristina quien acompañaba a su madre y a su tía Irene de Grecia en esta Semana Santa para asistir a una de las procesiones más seguidas del país. Luego, disfrutaban de una comida madre e hija para intercambiar confidencias y ponerse al día. Pese a sus compromisos y al susto que le dio su hijo Miguel tras sufrir un accidentes, la infanta Cristina sacaba tiempo para estar con el reina emérita. Algo que no es novedad. La relación entre la reina Sofía y su hija mediana siempre ha sido mucho más cercana de la que mantiene con su hija mayor.
La infanta Elena, fiel acompañante de su padre, el rey Juan Carlos
La infanta Elena aprovechaba las vacaciones de Semana Santa para estar, una vez más, con su padre. Así lo publicaban desde el portal 'Vanitatis'. Es habitual que la hija mayor de los reyes eméritos está pendiente de su padre en todo momento. Ya en 2020, Pilar Eyre publicaba en Lecturas que hablan a diario. Algo nada de extrañar si tenemos en cuenta que la infanta Elena es la única de la familia que acude hasta Sanxenxo cuando su padre vuelve a pisar España.
En la mente de todos, el peculiar saludo que padre e hija se hicieron durante la comida de celebración del cumpleaños de la infanta Elena. La mayor de los reyes eméritos congregaba a casi toda su familia para festejar sus 60 años. Allí estaban los reyes Juan Carlos y Sofía. Fuese o no casualidad, la reina emérita llegó y se despidió acompañada de la infanta Cristina. Mientras, la infanta Elena compartía un momento de intimidad con su padre, haciendo su particular saludo. La complicidad de padre e hija es indiscutible.
Una relación que también se ha trasladado a los hijos de la infanta Elena. El mayor, Froilán, reside en Abu Dabi junto a su abuelo desde hace ya meses. Se ha convertido en su mano derecha y busca labrarse un futuro en Emiratos. La pequeña, Victoria Federica, ha declarado en más de una ocasión que su abuelo, el rey Juan Carlos, es su persona favorita.
La infanta Cristina, siempre cercana a la reina Sofía
Aunque la férrea disciplina de la reina Sofía haya hecho que la relación con sus hijos y nietos no sea la más cercana, la conexión de la infanta Cristina con su madre es evidente. Fue, de hecho, la reina Sofía la única que viajó habitualmente a visitar a su hija cuando Iñaki Urdangarin se encontraba en el peor de sus momentos mediáticos. Una muestra de apoyo por parte de la reina ampliamente criticada y cuestionada entonces.
Desde que la infanta Cristina de separó, han sido su madre, su hermana y su prima sus mejores aliadas. A lo largo de los últimos tiempos y después de haber permanecido mucho tiempo fuera de España, la hermana del rey ha encontrado en su familia el apoyo que buscaba. Desde su hermana Elena, con quien habitúa a pasar días señalados y vacaciones, hasta su prima, Alexia de Grecia, una de las personas que siempre ha estado a su lado. También, claro, con su madre.
Los gestos de cariño en la última aparición conjunta de la reina emérita y la infanta Cristina acaparaban todas las miradas. Pese a gozar de muy buena salud, la reina Sofía ha cumplido ya los 85 años. Una edad en la que sus hijos comienzan a estar muy pendientes de ella y también de su hermana Irene de Grecia.